Hay conductores que piensan que la seguridad en un automóvil sólo depende de las estrellas Euro NCAP que tiene el modelo, de la atención que prestemos a la carretera o de si el coche equipa muchos o pocos elementos de seguridad y asistencia tan populares en la actualidad. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, también existen muchas posturas que resultan perjudiciales y peligrosas tanto para el conductor como para los ocupantes.
Hoy nos vamos a centrar en una muy habitual que suelen practicar aquellos pasajeros que van sentados en el asiento del acompañante, la de colocar los pies apoyados en la guantera o sobre el salpicadero. Puede que nunca la hayas puesto en práctica, pero si haces memoria estoy seguro de que alguna vez la has visto en la carretera. Y ojo, porque es una de las posturas más vigiladas por la DGT y la multa -de carácter leve- asciende hasta 100 euros, sin retirada de puntos.
En caso de accidente, esta postura resulta especialmente peligrosa por dos motivos. El primero de ellos es el riesgo de sufrir el conocido como efecto submarino, es decir, salir despedido por debajo del cinturón; y por otra parte, la posibilidad de sufrir lesiones muy graves en caso de choque frontal, tal y como vais a poder ver en el vídeo.
En él se puede apreciar lo que ocurre al desplegarse el airbag: este empuja las rodillas contra el cuerpo del copiloto, pudiendo provocar lesiones como roturas de pómulos o de mandíbula, fracturas de pies, piernas y rodillas, ceguera, lesiones cerebrales… Sí, es cierto que no son mortales en su gran mayoría, pero no me gustaría quedarme inválido por practicar contorsionismo para ir un poco más cómodo en un viaje.