El pasado año, la firma norteamericana nos sorprendió con grandes noticias para el negocio y un inesperado lanzamiento, el Rivian R3. Tras su asociación con Volkswagen, Rivian tiene unos ambiciosos objetivos de cara a los próximo años, siendo uno de los principales la construcción de una nueva factoría en Georgia, prevista para finales de 2026 o principios de 2027.
Para su desarrollo, la compañía estadounidense no solo contará con la fuerte inversión del gigante alemán, sino también con un préstamo por un valor de hasta 6.600 millones de dólares cortesía de la administración Biden. Como señaló el Departamento de Energía, el dinero se utilizará para financiar el desarrollo y la construcción de la nueva planta de 2,74 millones de metros cuadrados.
El préstamo, vital para el futuro de Rivian, fue aprobado en el último momento por el gobierno saliente de los Estados Unidos, y supone un soplo de aire fresco para la compañía. Como ya sabrás, Donald Trump juró como el 47º presidente en el día de ayer, y sus planes pasan por retirar todas las ayudas estatales a los coches eléctricos para dar libertad de elección a los consumidores.
Los planes de Trump no benefician a Rivian, entre otros
La Casa Blanca quiere “lograr que Estados Unidos vuelva a ser asequible y que la energía sea dominante”. Como parte de este esfuerzo, Trump “liberará la energía estadounidense, poniendo fin a las políticas de extremismo climático de Biden” mediante un proceso de permisos simplificado y una revisión de “todas las regulaciones que imponen cargas indebidas a la producción y el uso de energía, incluida la minería y el procesamiento de minerales no combustibles”.
Asimismo, el presidente también se retirará del Acuerdo Climático de París y “pondrá fin a los arrendamientos de parques eólicos masivos que degradan nuestros paisajes naturales y no satisfacen las necesidades de los consumidores de energía estadounidenses”. En suma, la Casa Blanca “detendrá las regulaciones onerosas y radicales que Biden anunció y que aún no han entrado en vigor”.
En definitiva, la nueva presidencia estadounidense busca acabar con la discriminación positiva hacia la sostenibilidad para ofrecer a los usuarios las mismas condiciones de compra en todo tipo de vehículos. Por ahora los detalles concretos son una incógnita, pero todo apunta a que el crédito fiscal federal de $7.500 para vehículos eléctricos tiene los días contados.
Según indicaba el propio Trump en su discurso, el hecho de revocar el mandato de los vehículos eléctricos, salvará la industria automotriz americana. En sus propias palabras, “volveremos a fabricar automóviles en Estados Unidos a un ritmo que nadie podría haber soñado que fuera posible hace apenas unos años”, aunque los fabricantes nos hablan de perjuicios en las ventas, la producción y los resultados finales.
¿La buena noticia para Rivian? Volkswagen está deseando reforzar su alianza con la startup. Como señala la publicación alemana Spiegel, Oliver Blume explicó que están pensando en compartir módulos y agrupar volúmenes de compra, ya que el Grupo Volkswagen ofrece grandes oportunidades para una marca pequeña como Rivian.
Por su parte, Rivian aportará su arquitectura electrónica a futuros modelos del Grupo, como la nueva marca Scout, un nuevo SUV de gran tamaño de Porsche y el Golf 9. Se espera que el primer modelo de Volkswagen que incorpore oficialmente la arquitectura electrónica de Rivian llegue en 2027, pero es probable que el nuevo sistema se estrene antes en el Rivian R2.