El norte de España tiene algo especial. Las playas de Galicia, la gastronomía de León, los paisajes de Asturias, los acantilados de Cantabria, la arquitectura del País Vasco, los vinos de La Rioja… No hay ni un solo rincón sin encanto. Desde luego, no os voy a negar que es uno de mis destinos favoritos en la Península y que lo visito con bastante frecuencia.
Tras el viaje por las Bárdenas Reales de Navarra y el Guggenheim de Bilbao a bordo del nuevo SsangYong Rexton, tenía el gusanillo de volver a hacer una ruta interesante por el norte, y que mejor momento para ello que cuando tenía en el garaje una montura tan interesante como el BMW X4 M40d con motor de 326 CV (Ver prueba del BMW X4).
En un roadtrip es muy importante tener en cuenta algunos consejos previos para que todo vaya como la seda.
Hay trenes que solo pasan una vez en la vida, así que, sin mucho pensarlo, el pasado martes 28 de mayor cargué los bártulos para seis días en los 525 litros de maletero del X4, lié a un amigo para que me acompañase y juntos pusimos rumbo por la A-6 en dirección a Ponferrada, la que sería nuestra primera parada de un viaje de 1.500 kilómetros.
Sí, son muchos kilómetros, pero si te gusta conducir, entenderás perfectamente mi locura. Eso sí, en viajes tan largos uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es elegir bien los lugares donde hacer noche, ya que en jornadas demasiado largas el cansancio robará todo el protagonismo y las prisas evitarán que disfrutemos del entorno como Dios manda.
En mi caso, elegí Ponferrada porque es la capital de la comarca del Bierzo de la provincia de León y está situada en la confluencia de los ríos Sil y Boeza. Con algo más de 65.000 habitantes, es una ciudad bonita y agradable por la que pasear y tapear, aunque debéis saber que otras opciones interesantes en la ruta también pueden ser Astorga o Lugo.
Los cómodos asientos de cuero con reglajes eléctricos del X4 nos permitieron recorrer los 395 km de distancia sin fatiga.
De Ponferrada os puedo recomendar el Castillo, la Basílica de La Encina, la Iglesia de Santiago de Peñalba, el Monasterio de San Pedro de Montes, la Iglesia de Santo Tomás de las Ollas, la Iglesia Santa María de Vizbayo o el Morredero. Como podréis ver en las imágenes, es una ciudad con mucho encanto.
Dónde comer y dormir en Ponferrada
Para hacer noche en Ponferrada hay muchas opciones, en nuestro caso elegimos el Hotel Temple Ponferrada por su relación calidad-precio. Para tapear os recomiendo El Otro Bar y, para comer bien, el Restaurante Venecia Steakhouse.
Con todo y con eso, no os voy a mentir, quedé un poco decepcionado por lo restaurado que está el castillo, lo cual, en mi humilde opinión, le resta cierto misterio. Lo que indudablemente os recomiendo si os quedáis en esta ciudad más de una noche es visitar Las Médulas, situadas a apenas 28 kilómetros hacia el sur. En un coche tan cómodo como el X4 unos kilómetros de más nunca pesan.
Las Médulas son un entorno paisajístico formado por una antigua explotación minera de oro romana situado en las inmediaciones de la localidad homónima y son, sencillamente, espectaculares. Este entorno fue declarado Bien de Interés Cultural en 1996, Patrimonio de la Humanidad en 1997 por la UNESCO y Monumento Natural en 2002.
Lo cierto es que es una pena que no pudiéramos dedicarle algo más de tiempo a los preciosos alrededores de Ponferrada, pero a la mañana siguiente teníamos que poner rumbo a la Playa de Las Catedrales. Siguiendo la recomendación de un viejo amigo, conecté el móvil por Apple CarPlay -sin cables en este caso- para que el Waze nos guiara por la carretera LU-125. No tiene desperdicio (foto superior).
Si bien es posible llegar por autopista, cuando estás al volante de un BMW y bajo el pie derecho tienes la potencia de un bloque de seis cilindros en línea y 3.0 litros que desarrolla 326 CV (240 kW) a 4.400 rpm y un par máximo de 680 Nm entre las 1.750 y las 2.750 rpm, lo que quieres es atravesar carreteras secundarias, y cuantas más curvas tengan, mejor.
Ese es parte del encanto de esta carretera, además de poder disfrutar de un precioso paisaje en el que disparar alguna foto. Mi musa, como veis, era el X4, que ese contraste de naturaleza con el peculiar Sonnenstein metalizado de la carrocería y las pinzas de freno azules siempre quedan curiosos de fondo de pantalla.
La verdad es que es un coche que gira muchas cabezas a su paso, sobre todo en los pueblos más pequeños y perdidos. Los numerosos aderezos deportivos propios del paquete ‘M’, las dos salidas de escape y las enormes llantas de 20 pulgadas lo hacen único, todo hay que decirlo. Pero sigamos hablando del viaje, que aun nos quedan muchos kilómetros por delante.
Unas horas después llegamos a nuestro destino, la Playa de las Catedrales. Este es el nombre turístico de la playa de Aguas Santas, situada en el municipio gallego de Ribadeo (Lugo), sobre el mar Cantábrico. Básicamente, es conocida por este nombre debido a la apariencia de sus acantilados, ya que sus formaciones rocosas guardan grandes similitudes con los arbotantes de las catedrales góticas.
En las imágenes podéis verla en detalle, pero es importante tener en cuenta que durante el período vacacional de verano y Semana Santa es necesario reservar, ya que la afluencia de gente obliga a ello para evitar accidentes y un excesivo deterioro del entorno natural. Además, te recomiendo visitarla cuando baja la marea, ya que podrás admirar mejor la erosión del mar en las rocas.
En nuestro viaje, la hora de comer se aproximaba, pero antes de hacer nuestra parada gastronómica en Ribadeo, quisimos aprovechar para visitar el precioso Faro de Illa Pancha. No te llevará apenas tiempo y el paisaje merece que le dediquemos unos minutos, como podéis ver en la imagen que os adjunto justo aquí encima.
La carreterilla que va de la Playa de las Catedrales al faro es estrecha y sinuosa, pero con gran visibilidad y los acantilados cerca, por lo que te recomiendo abrir el techo panorámico y bajar las ventanillas para escuchar las olas romper contra las rocas, sobre todo si cuentan con doble acristalamiento para incrementar la insonorización y el confort, como en el caso del X4.
Es la imagen superior, precioso, ¿verdad? La costa cantábrica está llena de acantilados y las carreteras secundarias cobran un papel realmente importante en este tipo de viajes. Junto a ellas, otro aspecto muy relevante, a mi parecer, es la gastronomía, de ahí que os vaya indicando algunos de los restaurantes de los que disfrutamos durante el viaje.
En este sentido, te recomiendo aprovechar el trayecto al faro para ir buscando dónde comer en Ribadeo. En nuestro caso lo hicimos a través de los puntos de interés recomendados por el navegador -gracias a BMW Connected Drive-, pero también lo puedes buscar a través de Google o TripAdvisor y luego poner la navegación en la pantalla de 10,25 pulgadas.
Ribadeo es una localidad situada en el extremo nororiental de Galicia, en la provincia de Lugo, justo en el límite con el Principado de Asturias. Nuestra idea era comer en el puerto, situado en la parte baja del pueblo, por lo que tuvimos que callejear por algunas calles en las que llevar un vehículo de gran tamaño la verdad es que no es la mejor opción.
Eso sí, nos valió para comprobar la veracidad del diámetro de giro de 12,1 metros entre paredes del X4, así como algunos asistentes. Por ejemplo, nos resultó muy útil el sistema de cámaras de 360º para no rozar ningún extremo del coche, o la cámara frontal de 180º para no tener que asomar todo el morro en las callejuelas ¡Probamos incluso el asistente de descenso de pendientes! – funciona entre 3 y 30 km/h.
Después de comer en Ribadeo, aprovechamos para dar un paseo por sus calles. En estos casos, si quieres conocer un poco el lugar pero no dedicarle gran parte de tu viaje, siempre puedes aprovechar para buscar algún bar en el que tomar el café, en lugar de hacerlo en el restaurante. Así matarás dos pájaros de un tiro.
Nosotros no nos demoramos en exceso, debíamos llegar a Cudillero antes de que cayera el sol y queríamos hacerlo por la N-634, no por la A-8. Y ojo, porque esta carretera da mucho juego al atravesar un sinfín de pueblecillos y contar con una abundante vegetación que deja entrever la estrecha vía del tren que enlaza Ferrol con Cudillero (FEVE).
Además, hablamos de una carretera ancha, con alguna que otra curva y buena visibilidad, así que modo Sport+ y a aprovechar las cualidades dinámicas del X4 M40d. Para mí, uno de sus puntos fuertes es el tacto del volante, el cual complementa una precisa y rápida dirección que nos permite circular muy rápido con gran sensación de control.
Por otra parte, la suspensión M adaptativa permite rápidos cambios de apoyo sin balanceos de la carrocería, haciendo del X4 el SUV más deportivo del segmento junto al Porsche Macan. Nunca dejará de sorprenderme el agarre que tiene este bicho para pesar 1.970 kilos, aunque claro, los neumáticos Pirelli P Zero en medidas 245/40 ZR21 100Y delante y 275/35 ZR21 103Y detrás también ayudan.
En el camino a Cudillero tendrás siempre una parada obligatoria: Luarca. Luarca es una parroquia del concejo de Valdés, en el Principado de Asturias, y una villa de dicha parroquia. En esta parroquia se encuentra la villa de Luarca, capital del concejo de Valdés, y es una localidad de paso del Camino de Santiago. Como podéis ver en la imagen inferior, es un pueblo increíble.
Entre los lugares más visitados de Luarca cabe destacar esencialmente tres, uno de ellos muy curioso. Hablamos del faro, del palacio del Marqués de Ferrera y del cementerio. Por extraño que parezca, el cementerio parroquial de Luarca (1809) es uno de los más antiguos y más bonitos de España gracias a su enclave privilegiado, en plena costa asturiana.
Es uno de esos rincones donde las vistas y el olor a salitre te harán olvidar la mala concepción que se tiene sobre la muerte. Como anécdota os contaré que allí están enterrados el Premio Nobel Severo Ochoa y Vicente Trelles, fundador de la Banca Trelles (1895) y de la empresa Automóviles Luarca S.A., más conocida por todos como ALSA. Podéis ver la foto justo aquí debajo.
Tras la visita a Luarca, era el momento de continuar hacia Cudillero, esta vez con el modo Eco Pro, ya que el combustible escaseaba y, por el camino, gasolineras hay las justas. Llevábamos sin repostar desde Madrid y habíamos recorrido 730 kilómetros, con un consumo medio de 7.2 litros y un gasto en carretera de 6.8 litros/100 km. En ciudad sube algo más, sobre los 9 litros.
Respecto a Cudillero, es otro de los pueblos más bonitos de la costa occidental asturiana, así que es un gran lugar para hacer noche. Como el sol ya caía a pasos agigantados, aparcamos en el puerto para pasear por sus calles al atardecer, además de tomar una buena sidra y una tapa de cabrales en la Sidrería El Remo. Situada detrás de la lonja, estaba a rebosar de gente, y eso nunca falla (y no, no falló).
Cudillero es un concejo, parroquia y localidad del Principado de Asturias. Es un importante puerto pesquero que, durante los meses de verano, se llena de turistas, por lo que es mejor visitarlo fuera de temporada. Junto al puerto en sí, uno de sus atractivos turísticos es la Quinta de Selgas, un lujoso palacio del siglo XIX con amplios jardines y cuadros de Goya.
Dónde dormir en Cudillero
Cudillero es un pueblo donde aparcar resulta imposible, porque no hay espacios reservados para ello salvo en el puerto. Por eso os recomiendo quedaros en algún hotel o apartamento en las afueras. En nuestro caso fuimos los Apartamentos Cudillero y, la verdad, los recomiendo 100%.
En estos viajes no merece la pena darse una paliza a madrugar porque al tercer día estás reventado, pero salir temprano es importante si quieres que te cunda el día y no tengas que ir con prisas. Por eso, mi recomendación es que no te alargues mucho por la noche y te acuestes a una hora prudente que te permita estar en torno a las 9:00 – 09:30 saliendo del hotel.
Nuestra siguiente aventura nos iba a llevar, por Avilés, Oviedo, Cangas de Onís y los Lagos de Covadonga. Una jornada intensa que comenzó temprano, pero nos brindó algunos de los mejores paisajes de todo el viaje. Como os digo, comenzamos visitando Avilés, para mi la ciudad más bonita si tuviera que elegir entre una de las tres grandes ciudades asturianas.
Esto es cuestión de gustos, lógicamente. Avilés siempre ha sido la ciudad más olvidada por su elevada industrialización y sus chimeneas soltando constantemente vapor de agua, pero por muchos prejuicios que podamos tener contra ella, es la ciudad asturiana con el casco histórico más bonito, algo que vais a poder comprobar en las imágenes de la galería.
Es más, el casco antiguo de Avilés fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1955 y, como anécdota, debéis saber que se trata de la segunda ciudad con más soportales de España, después de Santiago de Compostela. Os recomiendo aparcar en la plaza de Pedro Menéndez, que es el punto central y, ya desde ahí, pasear un rato por la ciudad.
Puntos clave son el barrio de Sabugo (barrio de marineros), la plaza y el mercado de Abastos, todo el casco viejo, la imponente iglesia de Santo Tomás de Canterbury o la Iglesia de San Antonio de Padua. Parecen muchas cosas, pero dando un paseo por allí y tomando un café en alguna de sus plazas podrás decidir si quieres volver a visitarla con más tiempo.
En torno a media mañana continuamos hacia Oviedo por sinuosas carreteras. Está claro que por la autopista llegas mucho más rápido, pero en un coche tan cómodo como el X4 se hace un poco aburrido, pues tienes la sensación de ir flotando sobre el asfalto. Ya tendremos tiempo de disfrutar de ello en la vuelta a Madrid, ahora es momento de aprovechar los inolvidables paisajes.
Al llegar a Oviedo, nos dirigimos directamente al monte Naranco, en los alrededores de la ciudad, a fin de visitar la Iglesia de Santa María del Naranco -proyectada originariamente como Aula Regia del conjunto palacial del rey Ramiro I- y la iglesia prerrománica de San Miguel de Lillo, dedicada a San Miguel Arcángel. Para mí, de lo más bonito de Oviedo.
Además, en el monte Naranco hay unas vistas alucinantes de Oviedo desde las alturas, así que merece una visita obligada. En este sentido, hay que tener en cuenta que nosotros ya conocíamos la ciudad de otras ocasiones, por lo que no le dedicamos excesivo tiempo, pero si nunca has estado, debería ser uno de los lugares en los que hacer noche.
Con el estómago rugiendo más que el X4 M40d en modo Sport+, pusimos rumbo a Cangas de Onís, donde pararíamos a comer antes de visitar Covadonga y los famosísimos Lagos. Lo cierto es que este es un trayecto tranquilo en el que disfrutar de algunos extras del coche, como el equipo de sonido Surround Harman Kardon o las funciones de climatización y masaje de los asientos.
Para llegar a Cangas de Onís pasarás por Arriondas, conocido por el descenso del Sella y por el Festival Aquasella.
Cangas de Onís es un concejo del Principado de Asturias con mucha historia, pues se trata de una de las poblaciones en las que se estableció el rey Don Pelayo. Desde aquí emprendió con sus gentes acciones sobre los territorios del norte de España, como único foco de resistencia al poder musulmán, una vez desaparecido el Reino visigodo.
En este término municipal tuvo lugar en el año 722 la batalla de Covadonga, donde Don Pelayo venció a las fuerzas musulmanas y consolidó un poder y prestigio que le permitió permanecer independiente y fundar el primer reino cristiano posterior a la derrota de los visigodos en la batalla de Guadalete.
Dónde comer en Cangas de Onís
Uno de los mejores restaurantes en los que comimos durante el viaje (y no fue caro) fue El Molín de la Pedrera, en Cangas de Onís. Tanto la calidad de la comida como el servicio del personal son sensacionales.
Más de 2.000 hectáreas del concejo forman parte del Parque nacional de los Picos de Europa, por lo que el paisaje alrededor de la ciudad es espectacular, aunque en ella lo que más llamará tu atención será el conocido como «Puente Romano», aunque su construcción data en realidad de la Edad Media.
Ya dentro del Parque de Picos de Europa, a unos kilómetros de Cangas, se encuentra el conjunto monumental de Covadonga, que como veis en la imagen superior es sencillamente espectacular. Sin lugar a duda en ella debes visitar el Real Sitio de Covadonga y el Conjunto Monumental del Santuario (la cueva, la ermita, el monasterio, la basílica y la explanada).
A 12 kilómetros de Covadonga se encuentran los llamados lagos de Covadonga: el Enol, el Ercina y el Bricial, aunque este último solo tiene agua durante el deshielo. Tienen gran relevancia en el ámbito del ciclismo por La Vuelta Ciclista a España, pero prepárate, la subida no es moco de pavo y agradecerás llevar un coche automático, sobre todo cuando hay tráfico.
Debes tener en cuenta que, en temporada alta, el ascenso a los Lagos de Covadonga está restringido y sólo se puede acceder en autobús, que sale desde las distintas paradas desde Cangas de Onís a Covadonga. El resto del año el acceso es libre. De camino a los Lagos, merece la pena detenerse el Mirador de la Reina.
Una vez visitados los Lagos, prepárate para bajar. Hay un desnivel de 962,5 metros con una pendiente media del 6,87%, aunque hay rampas que alcanzan el 14 y el 15% de desnivel. Las levas y el modo secuencial de la palanca de cambios de la caja ZF de ocho velocidades del X4 M40d son grandes aliados en estos casos… Incluso el asistente de descenso de pendientes.
Con la visita a los Lagos concluyó nuestra intensa jornada, era momento de poner rumbo al hotel, situado en la N-625 junto al río Sella. Al día siguiente tendría lugar nuestra última etapa del viaje y el Hotel del Alto Sella estaba justo en la carretera que habíamos elegido para bajar hasta León, aunque no nos esperábamos la sorpresa con la que nos encontramos…
Por suerte o por desgracia (y ahora entenderéis porqué incluyo la suerte en la ecuación) parte de la N-625 se había derrumbado durante el invierno, lo que nos obligaba a dar un rodeo por pueblos como Santoveña, San Juan de Beleño y Viego o dar media vuelta para llegar a León por la A-66. Como os estaréis imaginando… opté por el camino lento y las carreteras reviradas.
¡Y qué carreteras! Qué gran elección, qué paisajes tan increíbles y qué pueblecillos tan pintorescos en los que el mercado es una furgoneta que va pasando por todos ellos. Este recorrido nos dejó algunas de las mejores imágenes del viaje y algunas de las carreteras en las que más disfrutar de la potencia y la deportividad del BMW X4 M40d.
Todavía extasiados con la impresionante carretera del desfiladero llegamos al embalse de Riaño (también denominado de Remolina, que podéis ver en la imagen inferior), un embalse que pertenece a la cuenca hidrográfica del Duero y es alimentado por las fuentes de los ríos Esla y Yuso. Con una capacidad superior a los 650 hectómetros cúbicos es, sencillamente, espectacular.
El resto del camino hasta León es mucho más “sencillo” en lo que a paisaje se refiere, pero la ciudad en sí no tiene desperdicio en múltiples aspectos. Su patrimonio cultural es incuestionable, sumando riquezas arquitectónicas a la larga lista que posee Castilla y León, además de brindar una oferta gastronómica muy buena.
En este sentido, las tapas son uno de sus principales atractivos, con un casco antiguo vibrante y con mucho movimiento. Destaca el Barrio Húmedo. En general, en León hay mucho ambiente y está muy extendida la cultura de “ir de bares”, especialmente después de pasear por sus estrechas callejuelas visitando algunos monumentos únicos.
La Catedral de León es, con diferencia, el monumento más famoso de la ciudad. Luce un estilo gótico y fue construida sobre unas antiguas termas romanas. Pero no os voy a hacer más spoiler, porque por apenas 5 euros se puede visitar con una audio-guía que te cuenta todos los secretos y problemas a los que se ha enfrentado la Catedral a lo largo de su historia.
Dónde comer y dormir en León
Como íbamos a pasar el fin de semana entero en León, alquilamos un apartamento fuera del bullicio de la ciudad, a tan solo 15 minutos andando. Esto te permite librarte del ruido del centro, pero a su vez, estar a tan solo unos minutos del Barrio Húmedo, donde puedes disfrutar de unas tapas en cualquiera de sus bares.
Nosotros fuimos probando varios, porque cada uno está especializado en una tapa -la cual te ponen con la bebida-. Si eres cervecero y no quieres salir de allí piripi, te recomiendo que pidas cortos, que son como los zuritos en el País Vasco.
Si lo que buscas es comer bien, te recomiendo que visites los restaurantes Ezequiel (tiene un buen menú por 15 euros, muy generoso en cantidad) y Casa Mando. Eso sí, ten en cuenta que este último es algo más caro, pero es de lo mejor de la ciudad y tendrás que reservar con bastante antelación.
Y si bien la Catedral es el principal monumento de la ciudad, no debes pasar por alto otros monumentos como la Basílica de San Isidoro, el Palacio de los Guzmanes, la Casa de Botines, la Calle Ancha, la Plaza Mayor, la Plaza de Santa María del Camino, el Mercado de Abastos o la Plaza de San Marcelo. Todos ellos están en el casco histórico.
La Iglesia y Convento de San Marcos no están en el centro de León, pero merece dar un paseo de unos 215-20 minutos para visitarlos.
Mentiría si os dijera que no me ha encantado León. Es una ciudad tranquila pero, a su vez, llena de movimiento en sus callejuelas. Además, en un fin de semana puedes verla con calma y disfrutar tanto de sus monumentos como de su gastronomía, como hicimos nosotros. Fue una pena tener que volver tan pronto…
Ya sabéis que todo lo bueno se acaba y el domingo por la tarde tocaba volver a Madrid. Esta vez lo haríamos todo por autopista, ya que a pesar de que en el BMW X4 M40d no pesan los kilómetros, queríamos llegar a una hora prudente a Madrid. Fue entonces cuando decidí probar algunos de los sistemas de asistencia a la conducción y de seguridad del modelo bávaro.
Entre los más destacables encontramos el Head-Up Display, el sistema de frenado automático con detección de peatones, el programador de velocidad activo (podéis verlo en la imagen superior), el sistema de mantenimiento en el carril (también en la imagen), la alerta por cambio involuntario, la advertencia de tráfico cruzado o el asistente de aparcamiento.
Con los faros Full LED autoadaptables del X4 no te importará hacer viajes nocturnos.
Al caer la noche llegamos a Madrid, cansados del largo viaje, pero muy satisfechos por todos los rincones que habíamos descubierto. Si os gusta conducir, es un viaje muy recomendable, pues en él atravesaréis algunas de las carreteras más bonitas de nuestro país y veréis paisajes alucinantes, todo ello acompañado de una excelente gastronomía.
Confío en vuestro espíritu aventurero y en vuestras ganas de visitar la zona en alguna ocasión, así como en que compartáis con nosotros vuestra experiencia si finalmente la lleváis a cabo. Como siempre, quedo a vuestra disposición para responderos cualquier duda que os pudiera surgir acerca de este roadtrip ¡Espero que algún día os animéis!
Especificaciones técnicas
Modelo | BMW X4 M40d |
Largo | 4.753 mm |
Ancho | 1.938 mm |
Alto | 1.621 mm |
Batalla | 2.864 mm |
Vía delantera | 1.615 mm |
Vía trasera | 1.624 mm |
Altura libre | 204 mm |
Altura de vadeo | 500 mm |
Capacidad maletero | 525 (1.430) litros |
Peso | 1.970 kilos |
Coeficiente aerodinámico | 0.32 |
Iluminación serie/opcional | LED / Full LED autoadaptable |
Colores/acabados | 10 colores / sólido y metalizado |
Neumáticos delanteros | Pirelli P Zero runflat 245/40 R21 100Y |
Neumáticos traseros | Pirelli P Zero runflat 275/35 R21 103Y |
Suspensión delantera | Paralelogramo deformable |
Suspensión trasera | Paralelogramo deformable |
Frenos delanteros | Discos ventilados |
Frenos traseros | Discos ventilados |
Diámetro de giro entre paredes | 12,1 metros |
Motor | M40d – 6 cilindros en línea |
Cilindrada | 2.993 cm³ |
Potencia | 240 kW (326 CV) @ 4.400 rpm |
Par | 680 Nm @ 1.750 – 2.750 rpm |
Transmisión | Automática 8 velocidades convertidor de par |
Tracción | Total conectable |
Aceleración (0-100 km/h) | 4,9 segundos |
Aceleración (80-120 km/h) | 4,8 segundos |
Revoluciones motor a 120 km/h | 1.500 rpm |
Vel. Máxima | 250 km/h |
Consumo homologado (combinado) | 6,4 – 6,6 l/100 km |
Consumo real (urb./extraurb./comb.) | 9 / 6,8 / 7,2 l/100 km |
Emisiones CO2 | 170 g/km de CO2 (Euros 6) |
Capacidad depósito | 68 litros |
Puntuación EuroNCAP | 5 estrellas |
Precio sin descuentos /extras | 74.700 euros |