Madrid amanece lluvioso. Hace apenas un par de horas que ha salido el sol mientras me dispongo a cargar las maletas en mi compañero de viaje para los próximos días, el SsangYong Rexton. Por delante me esperan cuatro días recorriendo parte del norte de España, más concretamente unos 1.500 kilómetros a lo largo de Navarra y el País Vasco durante el reciente Puente del Pilar.
Sé que alguno se estará preguntando porqué me decanté por el nuevo Rexton para irme de viaje, pero lo cierto es que era uno de los pocos modelos que cumplía con todos los requisitos que necesitaba. Andaba buscando un modelo cómodo para recorrer cientos de kilómetros sin necesidad de parar y vistoso para las fotos, pero no demasiado “cantoso” como para preocuparme cada vez que lo aparcara en la calle.
Además, tenía que ser grande para que tanto yo como mis acompañantes viajáramos cómodos con todo el equipaje, e incluso pudiéramos disponer de dos plazas adicionales por si se apuntaban a las excursiones algunos amigos que tenemos por la zona. Bueno, y lo más importante, no quería un SUV, quería un 4×4 potente que fuera capaz de salir de terrenos embarrados y superar los obstáculos que hay campo a través.
Con estas premisas, terminé de llenar los 641 litros de maletero del Rexton y puse rumbo a las Bárdenas Reales de Navarra -con Google Maps como navegador gracias a la conectividad con Apple CarPlay-, nuestra primera parada. Para aquellos que no sepáis de qué hablo, se trata de un Parque Natural de belleza salvaje declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, un paisaje semidesértico de 42.500 hectáreas cuyos suelos se componen de arcillas, yesos y areniscas que han sido erosionados por el agua y el viento.
Podéis conocer todos los detalles del lugar en la web de Turismo de Navarra, así como los horarios y accesos. Lo más importante es que visitarlas es gratis y se puede acceder en cualquier coche, aunque nunca está de más contar con una carrocería de mayor altura y con un vehículo de tracción total como el Rexton, pues muchos de los caminos son de tierra y, en invierno, el barro puede darte algún que otro disgusto.
Los cómodos asientos de cuero con reglajes eléctricos del Rexton nos permitieron recorrer los 329 km de distancia sin fatiga, afrontando con ganas la visita a las Bárdenas.
Como podéis ver en las imágenes, los barrancos, las mesetas de estructura tabular y los cerros solitarios -más conocidos como ‘cabezos’- son espectaculares, y allí el Ssangyong Rexton se sentía como pez en el agua. Con su altura libre de 205 mm, su tracción conectable 4×4 y sus neumáticos M+S, no tuvimos complicación alguna para recorrer los caminos, pues todos ellos pueden considerarse de baja dificultad.
A pesar de ello, íbamos con margen, pues tiene 20º de ángulo de ataque y ventral, así como 22º de salida. La siguiente parada en nuestra ruta antes de hacer noche en Pamplona era Olite, un pueblo situado a 43 kilómetros de la capital de la Comunidad Foral de Navarra y a apenas 50 kilómetros de las Bárdenas Reales. Comienza entonces la aventura a través de carreteras secundarias.
Parar a comer en Olite puede ser una buena excusa para visitar su castillo. En relación calidad-precio, os recomiendo el Asador Sidrería Erri Berri, es donde yo suelo ir.
En ellas, el bloque turbodiésel de 2.2 litros del Rexton se muestra solvente, con 181 CV a 4.000 rpm y 420 Nm entre las 1.600 y 2.600 vueltas que son más que suficientes para adelantar enérgicamente a algunos camiones. La razón de parar en Olite no es otra que la visita obligada a su flamante castillo. Es cierto que está muy restaurado, quizás demasiado en mi opinión, pero merece la pena dedicarle unas líneas durante nuestro viaje.
Con los últimos rayos de sol pusimos rumbo a Pamplona para cerrar nuestra primera etapa y los faros de xenón HID del Rexton no tardaron en encenderse automáticamente. Es cierto que no son los más potentes del mercado cuando circulamos por carreteras mal iluminadas, pero la verdad es que resultan mejores que los halógenos que equipan algunos de sus competidores.
Llegamos a Pamplona a la hora de cenar, con el estómago empezando a rugir y toda una degustación de pintxos esperándonos por el centro de la ciudad. Aparcar en el centro de Pamplona no es tarea sencilla y menos con un coche grande, pero no es nada que una cámara de marcha atrás de buena resolución y una dirección con asistencia en función de la velocidad no puedan solucionar.
Personalmente, me gusta mucho viajar a Pamplona, sobre todo porque la considero un punto estratégico para visitar muchos lugares impresionantes de sus alrededores, pero cuando vayáis por allí, hay cuatro sitios de la ciudad que no podéis dejar de visitar (aparte de todos sus rincones, claro está):
- Los parques de la Ciudadela y la Taconera.
- El Ayuntamiento, haciendo un recorrido por la calle Estafeta (donde se corren los San Fermines).
- El Bar Gaucho, para probar su exquisito foie ganador de numerosos premios.
- El Fuerte de San Cristóbal, escondido en plena montaña y desde el que se ve toda la ciudad.
Dónde dormir
Desde mi experiencia, mi recomendación para alojarse sin llegar a meterse en pleno centro es esta, aunque hay mucha oferta de alojamiento repartida por toda la ciudad:
- NH Pamplona Iruña Park
- Apartamento Singular Deluxe
En nuestro segundo día de ruta amanece temprano, hoy toca visitar Elizondo y todo el Valle del Baztán hasta llegar a San Sebastián, pasando por pequeños tramos del sur de Francia. Como ya sabréis, en el norte hace bastante frío a ciertas horas intempestivas, por lo que contar con volante y asientos calefactados -y ventilados- como en el Rexton nunca está de más. Se agradece bastante este detalle.
Con el «culete» y las manos calentitas encaramos la N-121-A hacia Elizondo. En esta carretera, estar pendiente del lector de señales del Rexton y conectar el control de crucero es muy recomendable, ya que a la Policía Foral de Navarra le gusta mucho ocultar radares móviles, así que os recomiendo no pisarle en exceso. Durante el camino, veréis que el paisaje se va volviendo mucho más verde e interesante hasta llegar al destino.
Puede que el nombre de Elizondo os suene si habéis leído la ‘Trilogía del Baztán’ o habéis visto la película de ‘El Guardián Invisible’. Es la capital administrativa, jurídica, y cultural del Valle de Baztán, su centro neurálgico y comercial, aglutinando a casi la mitad de su población total, y sirviendo de punto de encuentro de todos los baztandarras, tanto en ferias, como mercados, actos culturales y fiestas en general. Pertenece a la zona vascófona de Navarra.
No es un pueblo grande como tal, por lo que dar un paseo por sus calles y visitar su bonita iglesia no te llevará excesivo tiempo. Además, puede ser una buena oportunidad para comprar el afamado chocolate Urrakin Egiña en Malkorra o unas tortas de chanchigorri tan populares en el Valle del Baztán. Personalmente, os recomiendo probar ambos.
La hora de comer se acerca y la siguiente parada en el camino es Amaiur, una localidad que está a tan sólo unos pocos kilómetros de Elizondo. En ella encontrarás un tradicional molino que data del Siglo XVIII en el que degustar los talos, y es parada indispensable si estás por la zona. Sin embargo, si vais con algo de tiempo, os recomiendo dedicar aproximadamente una hora (en total desde Elizondo hasta Amaiur) a subir hasta la frontera con Francia.
Este breve desvío os permitirá disfrutar de entrañables pueblecitos como Bozate y Erratzu, al tiempo que podréis admirar las espectaculares vistas tanto del Valle del Baztán -imagen superior- como de Francia. Eso sí, si lleváis un coche automático como nuestro Rexton, os recomiendo poner la palanca de cambios en modo secuencial para que el freno motor evite fatigar en exceso los frenos.
Tras la comida en el agradable entorno que nos brinda el molino, es hora de poner rumbo hacia San Sebastián, pero no sin antes hacer una parada para visitar las Cuevas de Zugarramurdi (te sonarán por la película en la que aparece Paco León). No sólo las cuevas tienen un gran encanto, sino también la carretera para llegar hasta ellas, donde no es difícil cruzarse con diversos animales en el camino -imagen inferior-.
Aunque el generoso espacio del Rexton nos tentó a secuestrar un pony, fuimos buenos viajeros y continuamos nuestro camino parando simplemente a acariciarlos. Lo cierto es que en estas carreteras tan reviradas y estrechas pensaba que el SsangYong se iba a sentir más incómodo, pero la carrocería contiene bien los balanceos y los asientos muestran un agarre más que suficiente. Además, incluye un gran equipamiento de seguridad.
Y varias horas después por fin llegamos a San Sebastián. Como la gran ciudad que es, San Sebastián tiene multitud de cosas que visitar, pero sin duda alguna la Playa de la Concha y el Monte Igueldo son los dos grandes imprescindibles. Os recomiendo que hagáis andando todo el paseo de la playa, es realmente agradable, mientras que una forma original de subir al Monte Igueldo es en el clásico funicular -3,15€-.
Si te sobra tiempo durante el viaje, puede visitar parte del sur de Francia. Como puedes ver en la galería de imágenes, pueblos como Bayona, San Juan de Luz y Biarritz tienen mucho encanto y lo cierto es que no quedan lejos.
Por supuesto, no puede faltar una cena de pintxos por las bulliciosas calles de la ciudad. Uno de mis lugares favoritos es el bar Aralar (Portu Kalea, 10), donde la oferta de pintxos es más que abundante. Eso sí, debes tener en cuenta que es una ciudad cara, por lo que comer y alojarte en San Sebastián a buen precio requiere dedicar unas cuantas horas a planificar el viaje… Además, tendrás que aparcar el coche en un aparcamiento.
La última etapa de nuestro roadtrip con el SsangYong Rexton tiene como protagonista principal Bilbao, aunque entre las dos grandes ciudades del País Vasco encontrarás a tu paso un montón de pueblecitos que merece la pena mencionar y, por supuesto, visitar. Es por ello que, mi recomendación, es que hagas el camino tranquilamente y por la carretera de la costa, no por la autopista.
En este viaje se trata de disfrutar del coche, de la carretera y del entorno, y desde luego lo harás a través de los espectaculares paisajes que te brindan las carreteras secundarias del norte. Además, te ahorrarás los peajes y si cuentas con un todoterreno como el Rexton, con tracción total conectable manualmente y reductora, disfrutarás todavía más la experiencia aventurándote por algunos caminos rurales de dificultad media.
En este sentido, te recomiendo que hagas una visita a pueblos como Zarauz, Guetaria, Deva, Motrico, Ondárroa, Lequitio, Bermeo, Elanchove o Zumaya, donde podrás visitar la iglesia en la que se rodó 8 apellidos vascos. Lógicamente, tampoco puede faltar San Juan de Gaztelugatxe. En la galería podéis ver imágenes de algunos de ellos y nunca está de más parar a comer o a tomar un café en algunos de los restaurantes de sus bonitos puertos.
Ya en Bilbao, aparece ante nuestros ojos una ciudad que combina lo industrial con lo moderno, luciendo atractivos edificios. La arquitectura cobra un papel importante en esta urbe y claro ejemplo de ello son el Museo de Bellas Artes de Bilbao o el conocido Museo Guggenheim. Mi recomendación si queréis ver un plano de la ciudad desde las alturas es que visitéis el Parque Etxebarria.
Igual de interesante que el casco antiguo de la ciudad son algunos de sus municipios de la periferia, como Portugalete o Getxo. Es más, podéis cruzar de uno a otro a través del Puente Vizcaya, declarado icono y patrimonio mundial por la UNESCO. Podéis hacerlo andando por las alturas o bien con el coche en la barcaza, ambas son muy recomendables.
Os recomiendo comer un pescado en Getxo, restaurantes como el Karola Etxea o el Asador Goiezti son, sencillamente, deliciosos.
Poco a poco la noche se acerca y ya va siendo hora de retirarse a dormir. En mi caso, soy partidario de dormir en las afueras cuando viajo a una gran ciudad, ya que a pesar de contar con múltiples asistencias a la conducción o un diámetro de giro de solo 11 metros entre bordillos, vehículos tan grandes como el Rexton son complicados de aparcar. En este sentido, pueblos como Munguia y sus casas rurales son una opción muy a tener en cuenta.
Con el puente del Pilar llegando a su fin y una media de 9,4 litros a los 100 kilómetros en el marcador, es hora de volver a Madrid. Maletero cargado de nuevo, depósito de gasolina lleno y el Waze en la pantalla de ocho pulgadas del sistema multimedia compatible con Android Auto y Apple CarPlay. Todo listo ¡Ha sido una gran experiencia con un gran compañero de viaje!
Especificaciones técnicas
Modelo | SsangYong Rexton 4×4 Limited Aut. 7 plazas |
Largo | 4.850 mm |
Ancho | 1.960 mm |
Alto | 1.825 mm |
Batalla | 2.865 mm |
Vía delantera | 1.640 mm |
Vía trasera | 1.640 mm |
Ángulo de entrada | 20 grados |
Ángulo de salida | 22 grados |
Ángulo ventral | 20 grados |
Altura libre | 205 mm |
Altura de vadeo | 300 mm |
Capacidad maletero | 641 (1.806) litros – 236 litros 7 plazas |
Peso | 2.205 kilos |
Coeficiente aerodinámico | N.D. |
Iluminación serie/opcional | Xenón (HID) / Xenón (HID) |
Colores/acabados | 6 colores / sólido y metalizado |
Neumáticos delanteros | Nexen N’priz RH7 M+S – 225/60 R18 108H |
Neumáticos traseros | Nexen N’priz RH7 M+S – 225/60 R18 108H |
Suspensión delantera | Paralelogramo deformable |
Suspensión trasera | Paralelogramo deformable |
Frenos delanteros | Discos ventilados |
Frenos traseros | Discos macizos |
Diámetro de giro entre bordillos/paredes | 11 metros |
Motor | D22 DTR – 4 cilindros en línea |
Cilindrada | 2.157 cm³ |
Potencia | 133,1 kW (181 CV) @ 4.000 rpm |
Par | 420 Nm @ 1.600 – 2.600 rpm |
Transmisión | Automática 7 velocidades convertidor de par |
Tracción | Total conectable |
Aceleración (0-100 km/h) | 12 segundos |
Aceleración (80-120 km/h) | 7,4 segundos |
Revoluciones motor a 120 km/h | 1.800 rpm |
Vel. Máxima | 185 km/h |
Consumo homologado (urb./extraurb./comb.) | 10 / 6,7 / 7,9 l/100 km |
Consumo real (urb./extraurb./comb.) | 13 / 6,6 / 10,2 l/100 km |
Emisiones CO2 | 208 g/km de CO2 (Euros 6) |
Capacidad depósito | 70 litros |
Puntuación EuroNCAP | N.D. |
Precio mín (gama sin desc. /extras) | 29.500 euros |
Precio máx. (gama sin desc./extras) | 46.900 euros |