Rolls-Royce Motor nos ha presentado el Wraith Black Arrow, un modelo que marca el final de la producción de uno de los automóviles más transformadores en la historia de la marca. Esta obra maestra limitada a solo 12 ejemplares, es también el último coupé V12 que fabricará Rolls-Royce, que recientemente anunció su transformación en una marca de coches eléctricos.
Lanzado en 2013, el Rolls-Royce Wraith es uno de los modelos más importantes e influyentes jamás diseñados y construidos en Goodwood. Más centrado en el rendimiento que sus predecesores Phantom y Ghost, el Wraith modificó fundamentalmente las percepciones de Rolls-Royce y atrajo a nuevos grupos de clientes más jóvenes a la marca.
La espectacular silueta ‘fastback’ del Wraith señaló la intención dinámica del automóvil, que se amplificó aún más en 2016, con la presentación del Black Badge Wraith: una expresión potente, subversiva e incluso más poderosa de este automóvil transformador, que ofrece algunos de los niveles más altos de rendimiento jamás alcanzado por un Rolls-Royce con motor V12.
El acabado Bespoke presenta una graduación de color completa entre dos tonos: Celebration Silver y Black Diamond. Se aplicó una capa superior de pintura ‘Crystal’ con infusión de vidrio a la pintura Black Diamond para mejorar la transición entre los dos colores, logrando un sorprendente efecto de desenfoque de movimiento.
La realización de este extraordinario acabado requirió que la marca realizara 18 meses de pruebas y desarrollo de la superficie antes de que los ingenieros, artesanos y diseñadores de la marca lograran un resultado acorde con los estándares de Rolls-Royce.
El interior del Black Arrow está equipado con un nuevo tipo de material desarrollado específicamente para la Colección. Los reposabrazos, los refuerzos de los asientos, el túnel de la transmisión, los detalles de las puertas y el panel inferior del salpicadero están acabados en ‘Club Leather’, un cuero muy especial.
Una placa Bespoke exclusiva está montada en la cubierta del motor para indicar que este es el último V12 que se instaló en un Rolls-Royce coupé. Mecanizada a partir de una sola pieza de metal pulido, la placa está inscrita con el monograma V12 en amarillo brillante y la leyenda «Final Coupé Collection» en negro.
Los 12 automóviles de la colección Black Badge Wraith Black Arrow se han asignado a clientes de todo el mundo.
Fuente | Rolls-Royce