Cuando juntamos las palabras Roush Performance y Ford en una misma frase, el resultado sólo puede ser espectacular y cargado de potencia. Si bien Roush, Shelby y Saleen solían ser en su día sinónimos de ‘Mustang’, lo cierto es que al público le gustan las altas dosis de caballos y par en toda la cartera de productos de la compañía del óvalo azul, por lo que el preparador ha decidido llevar en esta ocasión a lo más alto al pick up estrella de la compañía.
Bautizado como Roush Nitemare F-150 2018, el especialista del mercado de accesorios del automóvil ha dotado al modelo no sólo con una estética más agresiva, sino también con una sobredosis de potencia que, en sus propias palabras, lo convierte en el «mejor pick up de alto rendimiento en la carretera«. Veamos qué nos ofrece.
El Nitemare F-150 2018 luce en su exterior una parrilla delantera más llamativa, rematada en negra y con iluminación LED adicional integrada. Tampoco faltan un paragolpes más agresivo, la firma del preparador en el parabrisas y diversos gráficos en los laterales, todo ello rematado con unas enormes llantas de 22 pulgadas calzadas con neumáticos Continental Cross Contact.
Los clientes también pueden solicitar una cubierta de lona para la caja y un sistema de escape activo con modos silencioso, performance y personalizado, los cuales se pueden seleccionar desde una aplicación para el smartphone o un dial montado en la consola central.
Para el interior, se ofrecen alfombrillas WeatherTech y una insignia numerada en la consola central, así como asientos de cuero opcionales para las variantes Regular y SuperCrew. La potencia, procedente de un motor V8 de 5.0 litros, se ha incrementado con un supercargador R2650 TVS, un sistema de escape cat-back, una ECU optimizada y un filtro de aire de alto flujo.
Con todo ello, el salvaje Roush Nitemare F-150 2018 alcanza los 660 CV (484 kW) y 826 Nm de par máximo, lo que supone un aumento considerable si lo comparamos con las cifras del V8 convencional: 400 caballos de potencia (295 kW) y 541 Nm de par máximo. El precio de la conversión es de 16.999 dólares, a los que habremos de sumar el precio del vehículo, que puede superar holgadamente los 50.000 dólares dependiendo de su configuración.