Es muy habitual ver por las carreteras y grandes ciudades de Rusia coches muy específicos que en un principio tenían como destino el mercado local japonés. La exportación desde Japón a Rusia siempre ha sido muy importante y ahora, con las sanciones, hay un exceso de stock.
Con muchos coches acumulándose en los concesionarios y sin tener un destino claro, están bajando de precio para darles una salida más rápida que seguramente terminará beneficiando al resto de países que normalmente compran vehículos usados japoneses como Mongolia, Bolivia, Malta, Nigeria, Pakistán, Afganistán, Bielorrusia y Kazajistán entre otros.
Mientras en Japón están viviendo el problema del excesivo almacenaje de vehículos, en Rusia están padeciendo justo lo contrario con una demanda muy superior a la oferta que está incrementando los precios en niveles nunca antes vistos, lo que está dejando fuera a una parte de la población que normalmente tenía que recurrir a estos automóviles.
Los Nissan Leaf y Toyota Land Cruiser son los vehículos más populares de exportación japonesa en Rusia junto a los Toyota Vitz y Probox
Según algunos portales dedicados a la exportación de automóviles desde Japón, en Rusia se venden cada año más de 150.000 unidades de poco más de un millón que suelen ser destinados a los mercados exteriores. Solo en 2021 fueron 153.271 unidades las vendidas en Rusia de 1.026.098 vehículos exportados desde Japón.
En el Reino Unido las ventas de coches con especificación japonesa son bastante habituales, sobre todo si hablamos de productos de nicho de altas prestaciones o con un claro carácter especial o de exclusividad. Esta caída en los precios por desgracia no afecta a los vehículos de culto que siguen siendo, en su mayoría, muy caros de importar.