Si no sabes lo que es un varillero, hoy te vamos a sacar de dudas y es que este curioso y artesanal oficio lleva ya muchos años en nuestro mercado, pero desafortunadamente, es muy poco conocido por la gente.
El varillero no es un tipo de chapista o planchista pero trabaja la chapa de una forma más artesanal y, tal y como su nombre indica, hace uso de unas varillas o herramientas especializadas para reparar pequeños o no tan pequeños bollos o desperfectos en la chapa.
Hay que dejar claro que para ser varillero no hace falta ser chapista, aunque parte de la corta formación es bastante similar y es que buscan la misma finalidad, restituir a su estado original la chapa de un vehículo, aunque en el caso del varillero, sin necesidad de pintar.
¿Qué suele reparar un varillero?
¿Alguna vez te han dado un pequeño golpe o ha aparecido un pequeño golpe en la chapa de tu coche?. Me refiero a uno de esos pequeño golpes que si bien es cierto, no han llegado a deteriorar la pintura o la capa de barniz, sí que hacen que la puerta, aleta o capo de tu coche luzca con una pequeña hendidura. Hablamos de esos pequeños golpes ocasionados por descuido, cuando chocan el canto de una puerta con la tuya, o una bicicleta de un niño impacta sobre una parte de chapa dejando un pequeño bollo, pero también hablamos de los desperfectos sobre la chapa que por ejemplo deja una tormenta de granizo.
Pues bien, todos esos bollos que no han causado daños en el barniz y en la pintura pueden ser reparados por los varilleros.
Entre las ventajas, el artesano varillero deja tu coche como nuevo, pero no tiene que recurrir a lijar, pintar, masillar y lacar el coche, por lo que su actuación suele ser más rápida y económica y además, no perdemos el acabado de fábrica que todos queremos mantener lo máximo posible.
La técnica artesanal del varillero pasa por manipular la chapa mediante una serie de movimientos y con una serie de herramientas muy especializadas para que esta vuelva a su estado original sin tener que pintar nuevamente la superficie.
Mediante el desmontaje de paneles, plásticos, gomas y moquetas, el varillero puede acceder a la parte interior de la zona afectada y desde allí obrar su magia ejerciendo la presión justa y necesaria para que la abolladura desaparezca.
Además de las varillas que dan nombre a su oficio, los varilleros también hacen uso de ventosas, potentes adhesivos y diminutos martillos engomados o plastificados para mediante golpes muy concretos hacer que las abolladuras vuelvan a su sitio y desaparezcan.
La técnica del varillero también se conoce como técnica PDR o Paintless Dent Repair por sus siglas en ingles. Esta técnica puede salvarnos de tener que pintar un capó abollado por el granizo o una puerta con un picotazo causado por el canto de otra puerta, pero también puede hacer que las reparaciones más grandes, hagan uso nulo de la masilla, ya que con esta técnica también se ahorra el uso de masilla o el reemplazo de pieza de chapa más perjudicadas, con el abaratamiento de la reparación y la obtención de un mejor resultado debido a la ausencia de masillas o zonas repintadas.
Desafortunadamente, no hay mucho varilleros especializados a los que recurrir en caso de catástrofe climatológica y por eso se trata de un trabajo de alta especialización y alta demanda. Muchos de los profesionales que se dedican a estos menesteres viajan a los lugares afectados por tormentas o realizan trabajos en talleres oficiales para abaratar costes y desatascar las listas de espera.