Ya sabemos que no a todos os gustan las hazañas y récords registrados en el curioso Libro Guinness de los récords y en cierto modo no os culpamos de ello, pues en muchas ocasiones estos récords son muy extravagantes e inútiles.
El Libro Guinness recoge una colección de extraños logros o hazañas de lo más alocado de la que hoy destacamos una en concreto. Se trata de un récord que posee Toyota desde el año 1995 y que había pasado totalmente desapercibido para nosotros.
Este récord mundial en particular es impresionante, no solo por su simple existencia sino porque se alcanzó en 1995. Se trata del récord del automóvil motorizado más pequeño del mundo, que resulta ser un Toyota AA de 1936 -a a escala 1:1000-, también conocido como el primer automóvil de pasajeros Toyota del mundo.
En realidad, este no es un producto de Toyota como tal, aunque de alguna manera está relacionado con el fabricante de automóviles. Fue creado por una filial de Toyota, el mayor fabricante de repuestos para automóviles de Japón, Nippondenso o Denso para los amigos.
Aunque crear este diminuto automóvil pueda parecer una tontería, en realidad era un ejercicio de artesanía, una auténtica demostración de habilidad que buscaba exhibir las capacidades de semiconductores y la precisión de los mecanizados.
La era de las máquinas en miniatura por aquel entonces nos anticipaba las posibilidades que podían tener estas en campos tan importantes como la medicina o la defensa.
El microcoche tardó cuatro años en hacerse realidad. Un equipo de 20 personas trabajó en él, lo que tiene sentido si se considera que está compuesto por 24 piezas individuales, algunas de las cuales no son más grandes que una mota de polvo. El automóvil mide 4,785 mm de largo, 1,730 mm de ancho y 1,736 mm de alto, lo que viene siendo el tamaño de un grano de arroz.
Por pequeño que sea, el microcoche tiene la mayoría de las cosas que esperarías de su homólogo de tamaño real, incluidas ruedas y neumáticos, con la inscripción denso en el microscópico tapacubos además de ejes, faros y luces traseras. El parachoques tiene 50 micrones de grosor según el jurado -la mitad del ancho de un cabello humano-. El motor consta de cinco partes y su bobina tiene un diámetro de 1 mm.
El aspecto más impresionante del proyecto es que el microcoche realmente funciona. Un pequeño destello de corriente alterna a través de los cables ubicados en la parte superior pone en movimiento el diminuto motor y lleva al microcoche Toyota a una velocidad máxima de 0.018 km/h.
¿No es extraordinario?
Vía | Autoevolution