Porsche es una marca símbolo de deportividad y clase, algo que con la llegada del 911 se acentuó gracias a un modelo único que ha evolucionado con el paso de los años sin el peso de la edad. A menudo vemos todo tipo de preparaciones con algún clásico de la marca germana como protagonista, pero muy pocos preparadores se atreven -como este- a crear todo un vehículo off-road con tal monstruoso aspecto para llegar hasta el fin del mundo si es necesario. «Kelly-Moss Road and Race» es el creador de semejante bestia que esconde una transformación radical partiendo de un Porsche 964 de 1990.
Tomando como base este clásico tan especial se propusieron construir un Porsche off-road de verdad, no solo que tuviera un aspecto todoterreno, sino que además pudiera desenvolverse con total libertad fuera del asfalto como si de todo un 4×4 se tratara. Por ello uno de los elementos en los que pusieron más cuidado es en los neumáticos, el modelo alemán ahora calza unos imponentes Pirelli P-Zero de rally así como unos pasos de rueda más anchos y prominentes.
En el frontal nos encontramos con el clásico gancho automático para poder salir de más de un apuro y el parachoques ha sido modificado por completo para dotarlo de una gran protección así como un juego de luces LED. Y para salir a dar algún que otro paseo nocturno, en el capó encontraremos una fila de faros que nos recuerda a los más míticos coches de rally utilizados por Porsche en el Rally París-Dakar, con hasta cuatro focos extra a las dos ópticas delanteras originales del 964.
La suspensión también es otro de los puntos fuertes tras la transformación que ha recibido, ya que con la original de un modelo de estas características sería imposible circular por terrenos off-road. Desde Kelly-Moss querían tener claro en todo momento que si se iba llevar a terrenos extremos la seguridad estuviera asegurada en todo momento, por ello contactaron con ‘Stone‘ para crear una suspensión personalizada adecuada al vehículo en cuestión.
Se montaron nuevos amortiguadores ajustables en 3 alturas y de largo recorrido para permitir la mayor resistencia de la suspensión, la cual es idéntica a la utilizada en el FIA World Rally por los coches de competición.
En el interior uno de los elementos más destacables son los asientos tipo bucket de la marca Recaro, mientras que en el exterior podremos encontrar desde múltiples ángulos la firma de Martini gracias a un paquete de gráficos. Todo un animal dentro y fuera del asfalto con el que más de uno soñará a partir de ahora, aunque su precio no ha sido develado y promete estar al alcance de solo unos pocos afortunados.