Navegando por internet he podido encontrar una pregunta que se repite constantemente entre conductores que tienen un coche con cambio manual, dicha cuestión es: ¿Puedo saltarme marchas? Es decir, por ejemplo en un tramo de aceleración pasar de segunda a cuarta o a la inversa, si estamos frenando y queremos ayudarnos más de freno motor pasar de quinta a tercera.
No es la primera vez que os explicamos cosas interesantes de los cambios de marchas. Sin ir más lejos, hace poco os explicamos como no conducir un coche automático.
Primero deberemos tener en cuenta una cosa, cuando conducimos un vehículo de transmisión manual, al contrario que cuando lo hacemos con uno automático podemos cambiar «libremente» de una marcha a otra sin que nada ni nadie nos lo impida. Mientras que en una caja automática es obligatorio ir pasando una por una, sin dar saltos entre estas.
A la hora de tratar esta cuestión la vamos a dividir en tres partes o momentos diferentes: cuando estamos subiendo de marcha, cuando estamos reduciendo y cuando partimos de parado. En primer lugar y para comenzar hablamos de saltar marchas en un momento de aceleración y por lo tanto subir marchas, quizás nos estamos incorporando a una autopista y queremos dar un salto de segunda a cuarta. La respuesta es sí, pero no podemos hacerlo de cualquier manera, en este caso habría que llegar hasta segunda y exprimir al máximo esta marcha, con un número de revoluciones adecuadas –sin llegar a la zona roja– para que al pasar a cuarta el vehículo no se ahogue.
Si en dicho cambio no partimos de un número elevado de revoluciones el paso de una marcha a otra será brusco, e incluso podremos notar alguna que otra sacudida o bandazos que nos indican que el motor ha podido sufrir más o dedicar un mayor esfuerzo al transmitir la tracción a las ruedas. Las desventajas por lo tanto son dos, si no realizamos correctamente el salto de marchas podríamos desgastar el embrague así como desequilibrar el coche por dichas sacudidas, lo cual no es nada recomendable. Por otro lado si se hace correctamente podremos ahorrar algo de combustible, la prueba es que muchos coches deportivos con cambios automáticos en momentos de aceleración bruscos pasan de primera a cuarta.
Ahora vamos con el caso contrario, cuando estamos decelerando y queremos pasar, pongamos de quinta a segunda por ejemplo. Aquí de nuevo todo se trata de facilitar al coche su trabajo y por lo tanto debemos de tener muy en cuenta las revoluciones, por lo tanto en este paso deberemos hacer caer las revoluciones de forma brusca para que al engranar la marcha no perdamos el equilibrio del vehículo y evitar al máximo un trabajo extra al motor. ¿Qué pasa si no lo hacemos bien? De nuevo notaremos alguna sacudida que puede hacernos perder el control del coche, o incluso llegar a bloquear las ruedas traseras con fatales consecuencias.
Por último y para acabar nos preguntamos… ¿Qué ocurriría si hacemos lo mismo desde parado?. Es decir, si desde que arrancamos engranamos directamente la segunda en vez de primera como debería ser. Muchos vehículos con cambio automático de hecho comienzan en segunda pero con cambio manual deberemos tener en cuenta diversos factores, si estamos ante una superficie más deslizante o si necesitamos más empuje desde el inicio.
Si iniciamos marcha en segunda deberemos mantener el embrague presionado más tiempo hasta poder levantarlo a cierta velocidad, mientras que en primera apenas pasarán unos segundos hasta que podamos soltarlo por completo. Es un hecho que en terrenos con hielo o nieve es recomendable comenzar en segunda, ya que el coche así no transmite toda la fuerza directamente a las ruedas y evitaremos perder tracción, por lo que en estos casos sí es recomendable dar dicho salto. Mientras que realizar cambios más bruscos, digamos de parado a tercera si puede ser muy dañino para el coche, y no hay motivo para hacerlo.
Ruben Trece tu en el c4 de 1 a 3 y de ahi a 5 y lo sabes!
Ni puta idea tienen
Chorradas puedes hacer lo q qras si sabes claro
Yo creo que no para eso estan hay