Si te hablo de batir un récord de velocidad, probablemente uno de los últimos coches que te vengan a la cabeza sea el Volkswagen Beetle. No me malinterpretéis, no es ni mucho menos un mal coche, pero sus cifras de rendimiento no son las de un superdeportivo de élite. Aun así, por suerte, no hay nada que los ingenieros no puedan conseguir, y sino que se lo digan al Salar de Bonneville (Utah, Estados Unidos), que de vez en cuando deja de ser un paraje natural para convertirse en un circuito de carreras.
Concretamente, hablamos del famoso evento World of Speed, una cita en la que se enfrentan cara a cara algunos de los automóviles más veloces del mundo. En esta ocasión, Volkswagen no quiso dejar pasar la oportunidad de establecer un nuevo récord en la velocidad más alta registrada jamás por un Escarabajo ¡Y vaya si lo consiguió!
Bautizado como Volkswagen Beetle LSR –Land Speed Record-, el modelo fue convenientemente preparado para la ocasión y, junto a las mejoras mecánicas, tampoco faltaban una jaula antivuelco, cinturones de seguridad con anclaje de cinco puntos, un extintor, un diferencial de deslizamiento limitado, neumáticos especiales para la conducción en sal, un chasis extremadamente rebajado e incluso dos paracaídas para ayudar a frenarlo una vez alcanzada su mejor marca personal.
Bajo el capó, el equipo de ingenieros del gigante alemán llevó a cabo diversas modificaciones sobre el propulsor de 2.0 litros TSI que equipa el Beetle de producción para elevar su potencia total desde los 200 CV de serie hasta nada menos que 550 CV y 571 Nm de par. Para ello, fue necesario instalar todo un elenco de componentes de nueva factura entre los que encontramos un turbo, los árboles de levas, los pistones, las bielas y las cabezas de los cilindros. ¿El resultado? Una velocidad final de 328,19 km/h que ya ha sido registrada por la Utah Salt Flats Racing Association (USFRA).