En los últimos años, la conducción autónoma ha generado un interés considerable entre los fabricantes de automóviles y las empresas tecnológicas, que han trabajado en el desarrollo de coches autónomos. La conducción autónoma representa una gran oportunidad para transformar la movilidad. El principal objetivo es aumentar la seguridad en las carreteras para hacer desaparecer las víctimas por accidentes de tráfico. Actualmente podemos encontrar en el mercado diversos vehículos con cierto grado de autonomía, oscilando entre los niveles 1 (ligeras ayudas a la asistencia del conductor) y 2 (automatización parcial de la conducción con una serie de ayudas). A pesar de los progresos, todavía queda un largo camino por recorrer para alcanzar la conducción totalmente autónoma.
Los principales organismos relacionados con el mundo de la seguridad vial, así como los fabricantes de automóviles, se han centrado en tratar de disminuir el número de accidentes de tráfico en las carreteras. Un total de 870 personas perdieron la vida en las vías interurbanas españolas en 2020, según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT). Más del 50% de los accidentes de tráfico registrados se hubieran evitado en el caso de disponer de un asistente de conducción instalado en los vehículos. Por suerte, los asistentes de conducción se están convirtiendo en un equipamiento fijo en la mayoría de los coches nuevos. Un equipamiento que será clave en el futuro. De hecho, la incorporación de los sistemas de asistencia a la conducción (ADAS) puede salvar más de 10.500 vidas entre el 2020 y el 2030, según un informe de la Comisión Europea.
Los sistemas de asistencia a la conducción tienen como objetivo reducir los errores humanos, que causan la mayoría de los accidentes de tráfico. Los sistemas ADAS son capaces de detectar situaciones de riesgo en la carretera, alertar al conductor y, en el caso de los más avanzados, actuar automáticamente para evitar el accidente. La clave de la funcionalidad de los sistemas ADAS es la cooperación de cámaras, radares y el LiDAR (sistema de medición y detección de objetos mediante láser), así como múltiples sistemas de sensores ultrasónicos, todos los cuales funcionan conjuntamente para identificar peatones, objetos y riesgos potenciales para el conductor. De esta forma, los sistemas ADAS se han convertido en un elemento indispensable para una experiencia de conducción más segura.
¿Qué hago si mi coche no tiene los sistemas ADAS?
La mayoría de los coches nuevos suelen llevar incorporado los asistentes de conducción, como hemos comentado anteriormente. Pero, ¿qué ocurre con los vehículos más antiguos que no los incorporan? Como ocurre en todos los sectores, la tecnología juega un papel fundamental para poner solucionar a este tipo de problemas. Hoy en día, los conductores pueden encontrar diversos dispositivos, como el asistente de conducción inteligente Hello Auto Connect, que cuenta con múltiples funcionalidades para mejorar la seguridad vial. Este tipo de dispositivos se han convertido en el mejor aliado para mejorar la seguridad del conductor y los pasajeros en el caso de los coches más antiguos. Todo ello con un precio bastante economico.