Los accidentes de tráfico están a la orden del día. Es algo que a todos nos puede ocurrir por muy buenos conductores que seamos, pero también hay que saber actuar en consecuencia, especialmente si nosotros somos los causantes del siniestro. Nuestro protagonista de hoy, Kevin Cullinane, es de esas personas que desearían no haber estado nunca en el asiento del conductor, y es que él solito fue el causante de dos accidentes en apenas siete minutos.
Ocurrió alrededor de las 19:22 en New Hampshire, cerca de Cumberland Farms, cuando nuestro amigo Cullinane conducía su Corvette C7 Stingray de color blanco bajo los efectos de las drogas e impactó contra otro vehículo en la intersección de Varney Road y Mast Road, según ha informado la policía de Manchester.
Cuando los agentes se disponían a desplazarse al lugar de los hechos, recibieron una llamada de la policía de Goffstown alertándoles de que un Corvette blanco se había visto implicado en un siniestro unos minutos atrás, dándose a la fuga posteriormente. Sí, ocurrió justo lo que estáis pensando. Tras un primer golpe, Kevin, de 54 años de edad, se dio a la fuga a alta velocidad zigzagueando entre el tráfico, con tan mala suerte de que volvió a chocarse contra un segundo vehículo.
Finalmente y, para mayor inri, el hombre también intentó huir a pie de la escena, pero los testigos le detuvieron hasta que llegaron los agentes. Por suerte y, a pesar de que el segundo vehículo impactó contra un poste telefónico, nadie resultó herido de gravedad, aunque Cullinane tendrá que enfrentarse a varios cargos por conducción temeraria bajo los efectos de las drogas e intento de huida.