Nada menos que 25 años han pasado ya desde que Volkswagen entrase a formar parte del fabricante checo Skoda. La pequeña firma que a principios de los años 90 apenas vendía 170.000 unidades anuales de su único modelo ha conseguido superar, en 2014 y 2015, el millón de unidades entregadas a nuevos clientes.
La relación entre Volkswagen y Skoda comenzó en diciembre de 1990 cuando el gobierno checo decidió que fuese la firma alemana la que entrase a formar parte del capital de Skoda, un accionariado que con los años terminaría alcanzando el 100%. Desde hace ya unos años, Skoda es un pilar fundamental dentro del Grupo Volkswagen.
En estos 25 años de alianza, Skoda ha pasado de ofertar modelos de corte básico que simplemente cumplían con las necesidades de transporte de los usuarios menos exigentes ha convertirse en una firma de referencia por su buena relación valor-precio, destacando además su generosa habitabilidad y atractiva presentación.
Desde la entrada de Volkswagen en el capital de Skoda, los modelos de la firma checa comenzaron una constante mejora. Se vio en los primeros Favorit ya retocados por el gigante alemán y, especialmente, con su posterior sustituto el Felicia que si bien compartía muchos elementos con su predecesor, dio una salto cualitativo muy importante en todos los aspectos, incluyendo algunos motores como el 1.9 diésel de bajos consumos.
Este vehículo llegó con la intención de ofrecer un maletero sensacional, suficiente espacio para cuatro pasajeros y un precio reducido. Las unidades comercializadas durante los primeros años no destacaron por calidad o presentación, algo que con el primer lavado de cara fue corregido. Ya en 1998 Skoda podía presumir de haber producido 400.000 unidades en un año que habían sido comercializadas en más de 70 países de todo el mundo.
En el año 2000 con la primera generación del Fabia la firma checa demostró que era capaz de fabricar coches al nivel de los otros productores europeos. De diseño serio, excelente terminación y muchas posibilidades de equipamiento, era incluso más caro que algunos rivales equivalentes. Fue un gran éxito y se comercializó en tres carrocerías: 5 puertas, Combi y Sedán.
También en 2001 comenzaba la andadura comercial del primer Superb, una berlina basada en la anterior generación del Passat de aquella época pero con la batalla alargada para conseguir un excelente espacio en las plazas posteriores. Con los años se ha terminado convirtiendo en un pilar fundamental para Skoda, logrando unas ventas muy buenas en prácticamente todos los mercados en los que es comercializado.
2006 fue el año en el que llegaría el Roomster, un curioso vehículo difícil de catalogar por sus características. A pesar de raro diseño, logró una aceptación más que razonable en ciertos países europeos. En 2009 llegaría el Yeti dispuesto a conquistar a los usuarios que buscaban un todocamino de recortadas dimensiones pero amplio, capaz y modulable. En 2011 fue el turno del pequeño Citigo y en los años 2012/2013 fueron presentados los Rapid y Spaceback respectivamente.
Este 2016 será el año en el que Skoda presente en sociedad su primer todocamino de tamaño mediano. Con algo más de 4,6 metros de longitud y una capacidad interior para hasta siete pasajeros, verá la luz en la segunda mitad del año y todo apunta a que tomará la denominación Kodiaq.
Actualmente Skoda está presente en multitud de países en los cinco continentes, desde Australia hasta Chile pasando por Angola, Oriente Medio y República Dominicana. Además de las tres plantas de producción en la República Checa, Skoda produce o ensambla vehículos en Rusia, China, India, Kazajistán, Ucrania y Eslovaquia.
Cierto que han evolucionado. Pero personalmente tenían más encanto los de antes
Joder tu yo ahora veo un superb y rebosa lujo y calidad, luego veo un octavia tour y rebosa calidad a bajo coste,un yeti me encanta verlo,y el octavia rs es un avion, en teoria skoda no falla