Si hay una marca dentro de Grupo Volkswagen que se ha caracterizado por hacer las cosas tremendamente bien en los últimos años, esta ha sido Skoda y es que el producto que lanza, como norma general nos gusta mucho y aunque el precio medio de los diferentes modelos se ha disparado, la calidad percibida ha amentado en consonancia.
Hoy vamos a hablaros de una punto del nuevo Skoda Superb que nos ha llamado la atención para mal y es que a pesar de ser un buque insignia digno de portar el nombre y que mejora notablemente a la generación anterior, he encontrado un detalle que me llama la atención.
El interior ha ganado mucho, si embargo, ¿a quién demonios se le ha ocurrido poner el cuadro de instrumentos de esta forma?, ¿se les había olvidado por completo o qué?
Tal y como podéis ver en las imágenes del interior, el cuadro de instrumentos del nuevo Skoda Superb, es un cuadro 100% digital de alta resolución que viene de serie en el modelo desde el acabado más básico.
En el interior encontraremos la pantalla central del sistema de información y entretenimiento que de serie cuenta con 10″ de diagonal aunque opcionalmente podemos llegar las 13″. En este punto podemos decir que está mejor o peor integrada, pero lo cierto es que queda a una altura muy buena y permite ver con claridad la información de navegación, radio, clima, etc..
El problema viene cuando echamos la vista detrás del volante y es que nos encontramos con un cuadro de instrumentos digital de serie con 10 pulgadas que puede asociarse a un sistema head up display opcionalmente.
Desde mi punto de vista, el problema radica en el mueble del salpicadero y es que a la altura del cuadro de instrumentos contamos con el mismo abultamiento que en el resto de modelos de la marca, pero en el caso del Superb, en vez de integrar el cuadro digital dentro de este abultamiento, lo han superpuesto y literalmente, la pantalla sobresale.
Una vez que estamos frente al volante, veremos que no hay problema con este diseño y que todo queda como tiene que quedar, pero si lo vemos de lado, parece como si estuviéramos ante un cuadro digital aftermarket, colocado de una forma bastante extraña y que deja la línea del salpicadero como algo sin sentido.
En fin, no dudamos en el funcionamiento, solo en la apariencia y es que me ha llamado la intención que un coche aparentemente tan bien resuelto, cuente con este «pegote» en un lugar tan a la vista del consumidor.
Suponemos que Skoda dirá algo al respecto y que tendrán sus razones económicas o de diseño pero queremos que ahora juzguéis vosotros mismos lo que os parece…