Sí, esta misma mañana SsangYong nos ha revelado sus planes de competición. Puede parecer que se trata de una marca más que va a la que quizá sea unos de los certámenes más exigentes del mundo de la competición de motor, sin embargo, es algo más.
Detrás de SsangYong hay un equipo puramente español que quiere correr y va a intentar todo lo posible para acabar en la cuadragésima edición de la legendaria carrera con el nuevo SsangYong Tivoli DKR.
El equipo SsangYong MotorSport, formado por Óscar Fuertes y Diego Vallejo, afrontarán el rally más duro del mundo tras unos excelentes resultados en el Campeonato de España de Rallys Todo Terreno donde además de conseguir la victoria en la Dakar Challenge Europea -que garantiza una plaza en la prueba-, ha obtenido una meritoria tercera plaza absoluta con el Tivoli Rally Raid 4WD, tras terminar 6 de las 7 durísimas pruebas disputadas, y ocupar el liderato del certamen durante varios meses.
La 40ª edición de la prueba, será la más dura de las 10 disputadas en Latinoamérica, y se disputará del 6 al 20 de enero entre Perú, Bolivia y Argentina, con 14 etapas y más de 4.000 kilómetros de pruebas especiales, donde destacan siete de ellas en las que las dunas serán protagonistas, y pondrán a prueba la habilidad de los equipos. Además, se suman 4.500 kilómetros más de tramos de enlace no exentos de dificultades y retos.
La participación de SsangYong en el Dakar comenzó con dos participaciones en el París Dakar en los años 95 y 96, en las que el SsangYong Musso empleado alcanzó la meta de manera brillante. En 2018 SsangYong Motorsport regresó con Kyron 270 Xdi, un vehículo de calle adaptado para competir en raids.
El planteamiento de este nuevo proyecto es diferente. SsangYong apuesta en el Tivoli DKR por un vehículo desarrollado específicamente desarrollado para la competición y fabricado en España con el apoyo y la proyección internacional de la marca.
El nuevo SsangYong Tivoli DKR fusiona el concepto buggy con los rasgos del Tívoli, el modelo más exitoso de la firma coreana a nivel mundial. El resultado es imponente, un vehículo con unas dimensiones de 4.880 mm de largo, 2.200 de ancho y 1.800 de alto. El buggy cuenta con un chasis tubular con jaula integrada para proporcionar la máxima resistencia y rigidez torsional. Además de esto, el TivoliDKR disfruta de una amplia distancia entre ejes, 2.900 mm. Esta cota, unida a un ancho de vías de 1.800 mm, le proporcionan una gran estabilidad a alta velocidad.
Este chasis aloja un motor V8 de 6.2 litros especialmente preparado para la competición y ubicado en posición central longitudinal para lograr un mejor reparto de pesos. Tanto el bloque motor como la culata, están realizados íntegramente en aluminio para reducir el peso del conjunto.
La mecánica desarrolla una potencia de 302 kW (405 CV) a tan sólo 4.200 revoluciones por minuto. Esta mecánica se combina con una caja de cambios Fortin FRS5 de accionamiento automático-secuencial con cinco velocidades, sincronización a crabot y marcha atrás por mando eléctrico. El embrague es por convertidor de par y el diferencial autoblocante de tipo Torsen se encarga de distribuir la potencia entre las ruedas traseras.
El complejo conjunto de amortiguación y suspensión, permite obtener un recorrido total a la rueda de 44 centímetros.
Para afrontar las largas y duras etapas del Dakar -de hasta 600 km de longitud- el Tivoli DKR equipa un doble depósito de combustible independiente (uno de 180 y otro de 230 litros, ambos con homologación FIA FT3).
Los neumáticos son unos Yokohama Geolandar M/T G003 37X12.50R17 y están montados sobre llantas de aleación Walter Evans con “Beadlock” 17×8”. Estas ruedas se acompañan de un sistema de autoinflado.
El equipo de frenos está compuesto por 4 discos ventilados y rayados con núcleo central desmontable de 310 mm de diámetro y 31 mm de grosor, pinzas Wilwood de 6 pistones y bomba de frenado independiente Tilton para cada eje con repartidor de frenada. El freno de mano es hidráulico y actúa sobre las ruedas traseras.
El SsangYong TivoliDKR supera en configuración de carrera las dos toneladas de peso, pero es capaz de acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en sólo 4,4 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 193 km/h.