La historia de MG es casi centenaria y el «renacer» de la marca en cierto modo se basa en estos cimientos históricos -como el récord del MG EX 181– para dar rienda suelta a un futuro electrificado en el fabricante.
La herencia de competición de MG ha sido salpicada por hitos automovilísticos como el que récord de velocidad que estableció Stirling Moss al volante del MG EX 181 el 23 de agosto de 1957.
Tal día como hoy pero hace 64 años, el legendario piloto de carreras Stirling Moss y MG Motors se desplazaron hasta las Bonneville Salt Flats en Utah, Estados Unidos, para enfrentarse a un récord de velocidad con un vehículo que había sido diseñado y fabricado artesanalmente.
Los 395,32 km/h que alcanzó Moss al volante del bólido de MG sirvieron para establecer un nuevo récord mundial de velocidad en tierra para los vehículos de la Clase F, con motores de entre 1.1 y 1.5 litros.
Para lograr la nueva marca mundial, el piloto británico tuvo que completar dos pasadas al recorrido de un kilómetro en línea recta ubicado sobre la superficie del desierto. La marca de Moss era la media de velocidad máxima alcanzada en cada de las pasadas, y superó con total facilidad el anterior récord de 326,69 km/h establecido por Goldie Gardner en 1939.
El MG EX 181 fue un automóvil único no solo por los récords conseguidos, también por su estética y por su proceso de producción..
Después de someterse a exigentes pruebas en el túnel del viento de Armstrong Whitworth para determinar la forma del vehículo en función de su comportamiento aerodinámico, los ingenieros de MG comenzaron una producción artesanal. La escasa altura era la característica principal del vehículo, que utilizó un chasis tubular hecho a medida, con una suspensión delantera derivada del MG MGA y un eje De Dion como suspensión trasera. Todo ello envuelto por una carrocería en forma de lágrima que apenas ofrecía resistencia aerodinámica. El motor se alojaba en la parte central, con el habitáculo ubicado justo delante para ofrecer el hueco exacto para el conductor.
El MG EX 181 contaba con un motor sobrealimentado de 1,5 litros que había sido ajustado para funcionar con una mezcla de metanol con nitrobenceno, acetona y éter sulfúrico. La unidad desarrollaba una potencia máxima de 290 CV a 7.300 rpm con un par máximo de 699 Nm a 5.600 rpm. Dos años más tarde, el MG EX 181 conseguía una versión mejorada de su motor para alcanzar los 300 CV, permitiendo a Phil Hill establecer un nuevo récord de velocidad al llegar hasta los 410,23 km/h.
Si tienes curiosidad y estás de vieja, puedes conocer a este interesante vehículo en la exposición del British Motor Museum de Warwickshire, Inglaterra.
Fuente | MG