Puede que no tengamos ante nosotros al mítico Subaru Impreza WRX STI que es toda una leyenda en el mundo de los rallys, pero este Legacy WRC del Grupo A tampoco pasa desapercibido y ahora será subastado por una jugosa suma de dinero de la mano de Silverstone Auctions. Quizás lo que más atraiga de este Legacy sea su aspecto exterior gracias al aire clásico que la marca japonesa imprimía en sus modelos de competición, pero además puede presumir de una buena historia ya que fue pilotado por Ari Vatanen y más tarde por Richard Burns durante la Bettega Memorial Rallysprint en 1995.
No debemos olvidar que el Legacy fue el primer modelo de la marca en poner a Subaru en el mapa del World Rally Championship, aunque más tarde fuera retirado y reemplazado por el Impreza antes de que pudiera ganar un campeonato. Aún así, los resultado que obtuvo este modelo fabricado por ProDrive fueron en una mejora constante desde su debut que tuvo lugar en 1990. Culminó con una victoria y varios podios durante la temporada de 1993. Años más tarde, en el 2008 fue adquirido por la Colección de Richard Burns para ser devuelto a su configuración original del Grupo A.
El encargado de realizar esta transformación fue Autosportif Engineering, y aunque no todas las piezas y elementos son originales se conservaron muchas de su mecánica. Se creó una carrocería totalmente nueva gracias a una serie de dibujos técnicos antiguos, además conserva su chasis original junto con la matrícula ‘K555 BAT y el clásico vinilo ‘555’ en su exterior. A cargo de este proyecto estuvo nada menos que Ian Richardson, un antiguo ingeniero de Prodrive para conseguir un modelo de lo más fiel al original.
La subasta de este Subaru Legacy tan especial tendrá lugar el 23 de febrero de la mano de Silverstone Auctions en el ‘Race Retro‘ de Warwickshire (Reino Unido) y no se espera que sea precisamente un lote barato. Y es que las cifras que se barajan son entre 120.000 y 140.000 libras esterlinas, lo que viene a ser según el tipo de cambio actual unos 136.000-159.000 euros. Quizás sea el momento de seguir soñando…