Imposible poder abastecer la demanda. Así están las cosas con el nuevos Suzuki Jimny, un modelo del que la firma japonesa esperaba una recepción mucho más tranquila y que ha superado cualquier expectativa por buena que fuese, tanto en Japón como en los principales países internacionales.
Según hemos podido saber, en el Reino Unido la producción total para el año que viene asignada ya está vendida, con las 1.200 unidades previstas ya con «nombres y apellidos», algo que ha provocado la paralización de su comercialización no aceptando nuevos pedidos hasta que se encuentre una solución.
En Bolivia, Sudáfrica, Oriente Medio, Francia, Italia y Alemania la situación es similar y aunque la comercialización no ha sido paralizada, sí se advierte a los interesados que la espera puede superar ampliamente el año en algunas unidades, especialmente, aquellas que están más equipadas.
Desde su presentación la última generación del Suzuki Jimny ha conseguido captar la atención del público de todo el mundo gracias a un concepto muy fiel al original pero convenientemente modernizado para adaptarse a los tiempos actuales. En España las ventas son igualmente muy elevadas y hasta el próximo mes de abril la situación parece seguirá colapsada.
Suzuki no puede ampliar la producción del Jimny para Europa por un tema de emisiones. A pesar de haber recibido una motorización más eficiente, el todoterreno tiene una cifra media de 178 g/km de CO2 que eleva consideramente la media de la marca. Si se venden muchas unidades, perjudicaría considerablemente los resultados totales de la firma y no podrían cumplir con lo que exige la Unión Europea así que no una solución clara para Europa Occidental.
La verdad es que Suzuki ha jugado muy bien sus cartas, me explico , cuesta el mismo dinero fabricar un coche feo que un superventas.