El famoso superdeportivo de la compañía Bugatti es uno de esos coches que más que un simple vehículo se podría definir como una obra de arte totalmente artesanal. Solamente hablar de su motor ya da miedo, nada menos que un bloque W16 de 8.0 litros de nuevo desarrollo que genera 1.500 CV a 6.000 rpm y 1.600 Nm desde las 2.000 rpm. Y ojo, porque a pesar de ello no es capaz de alcanzar los 500 km/h.
Tiene detalles que jamás imaginarías, su sonido es completamente ensordecedor, su Drift Mode solo está recomendado para los más valientes y entre tanto alarde de tecnología no faltan un difusor frontal activo para mejorar la carga aerodinámica y el flujo de aire y un alerón posterior retráctil que ayuda a frenar eficazmente a la bestia. Eso sí, su precio parte de los 2,6 millones de dólares, unos 2.347.396 euros. Pero el coche en conjunto no es lo único que tiene un precio desorbitado, ya que su deseada mecánica tampoco se queda corta en eso de hinchar notablemente la factura.
Probablemente ninguno de nosotros se compraría el motor de un Chiron para tenerlo en el salón de su casa, al menos a escala real, pero quizás este «juguete» que os traigo hoy no os importaría tenerlo decorando alguna que otra estantería de vuestra casa. Hablamos de una réplica a escala 1:4 fabricada por Amalgam, un especialista en esto de las réplicas. Como podréis ver, a este poderoso bloque W16 de 8.0 litros no le falta detalle, y es que el fabricante ha trabajado junto a Bugatti para que su creación fuera lo más realista posible.
Han sido necesarias nada menos que 2.500 horas de trabajo sólo para su diseño a partir de materiales como el poliuretano o el acero inoxidable, así como algunos componentes de peltre. Cada ejemplar lleva al equipo de Amalgam 22o horas de minucioso trabajo para juntar 1.040 piezas individuales, todas y cada una de ellas con las más altas especificaciones, incluyendo los códigos de barras y las etiquetas originales de cada componente, lo que convierte a este motor a escala en una verdadera joya de coleccionista. ¿La única pega? Que no funciona. Bueno, y que cuesta nada menos que 8.785 euros…
Alberto Millán Silvera