Como ya os hemos ido contando a lo largo de estas semanas a mediados de enero tendrá lugar una de las mayores subastas de automóviles en Scottsdale, la Scottsdale Collector Car Week 2018. Otros modelos que podremos ver en la subasta serán un rarísimo Corvette personalizado de 1958 o un Corvette de 1973 que fue convertido en un coche de competición en solo 48 horas. En este importante evento que tendrá lugar en Arizona se reunirán algunos de los vehículos más valiosos y preciados del planeta, y entre ellos podremos encontrar este Mercedes-Benz 770K Grosser Offener Tourenwagen que fue usado por Adolf Hitler en sus desfiles entre octubre de 1939 y mayo de 1941.
Esta impresionante limusina esconde detrás una larga historia que ha sido cuidadosamente documentada, ya que fue encargada para su construcción por el canciller y líder de la Alemania nazi, Adolf Hitler. En 1945 fue tomado por el ejército de los Estados Unidos y pasó a formar parte de prestigiosas colecciones de automóviles. Pero además de tener un gran valor por a quien perteneció también es un vehículo muy raro y valioso, siendo uno de los pocos Toufewagens Offener Tourenwagens que sobrevivieron a su época como un coche exclusivo de los más altos jefes de estado y líderes del momento.
Otras figuras destacadas que tuvieron esta galante limusina fueron el Emperador Hirohito de Japón, el Rey de Noruega, el dictador portugués António de Oliveira Salazar, el Papa Pío XI o en nuestro país el mismísimo Francisco Franco. Uno de los principales subastadores asegura que: «Si se puede dejar de lado su procedencia original, los modelos que sobrevivieron del Mercedes-Benz 770 ‘Grosser’ o ‘Super Mercedes’ siguen siendo probablemente el mayor logro del mundo en términos de diseño, ingeniería y construcción automotriz«.
Es de esperar que la subasta de un vehículo como este esté lleno de controversia como ocurre con cualquier recuerdo del Tercer Reich que sale a la luz en una subasta de este calibre. Si bien anteriormente otro de los vehículos del Führer alemán estuvo lleno de polémica después de ser uno de los más valiosos en una subasta de 1973 y que después se demostrara que jamás perteneció a Adolf Hitler.
Aún así su valor continuó en aumento y cambió de manos ese año en una venta privada por un precio que superó en un 30% al de la subasta inicial. Ahora Worldwide Auctioneers espera que esta subasta se desarrolle sin mayores problemas y señala que un 10% del precio de la venta del automóvil irá destinado a la educación y concienciación del Holocausto.
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