IMSA logró saltar a la fama con sus preparaciones de tuning más locas de la mano de Lamborghini, añadiendo todo tipo de elementos estéticos como enormes alerones, tomas de aire y salidas de escape. Una vez el Murciélago y el Gallardo dejaron atrás sus años de gloria apenas habíamos vuelto a oír nada acerca de este empresa que ahora ha vuelto con un paquete exclusivo sencillamente espectacular. El nombre que recibe es el de IMSA RXR One y está basado en el Mercedes-AMG GT S, solo que ahora hace gala de una apariencia mucho más radical y una interesante mejora en su rendimiento.
Su denominación RXR significa nada menos que «Road X-tra Racing«, y estará disponible como un paquete de edición limitada donde cada vehículo podrá ser personalizado al 100% por el cliente. El mayor beneficio es que ninguno de los IMSA RXR One serán iguales, lo que a largo plazo aumentará considerablemente su cotización en el mercado, convirtiéndose en una buena inversión de futuro. IMSA ha diseñado este paquete con el objetivo de conseguir una reducción de peso, mejorar el chasis y su aerodinámica, consiguiendo así una mejora de su conducción y dinamismo.
Para aligerar el peso de este AMG GT S camuflado se ha optado por instalar paneles de fibra de carbono, parece ser que en total han conseguido rebajar hasta 300 kilos de peso ya que indican que el modelo con el paquete suma en la báscula 1.300 kg. En sus entrañas nos topamos con el V8 AMG de 4.0 litros que ha sido modificado de forma que ahora suma 860 CV de potencia y 1.000 Nm de par. En otros se han equipado unos pistones forjados a medida, bielas forjadas en sección H, nuevas culatas y un sistema de escape en línea.
Para poder manejar semejante suma de potencia IMSA ha tenido que introducir una serie de cambios en la transmisión del AMG GT S, introduciendo dos embragues adicionales, un eje de transmisión de admisión forjado, válvulas de alta presión y un sistema de enfriamiento de aceite independiente. Por otro lado, la refrigeración del motor también ha recibido una serie de cambios para que los turbocompresores tengan su propio circuito independiente enfriado por agua.
Tanto su chasis y la suspensión tampoco han quedado exentos de modificaciones, los ejes de transmisión se han mejorado y se han montado amortiguadores de competición ajustables. El juego de llantas IMSA ha sido calzando con unos neumáticos de alto rendimiento Pirelli Zero Trophy R para obtener el mejor agarre sobre el circuito, tanto dentro como fuera del asfalto. Y en el interior también encontramos detalles puros de la competición como una jaula antivuelco, un conjunto de asientos deportivos de fibra de carbono o arnés de seguridad de seis puntos.
Su paquete aerodinámico exterior firmado también por IMSA es el sello visual de esta bestia, que ha sido minuciosamente preparada para convertirse en un auténtico bólido de carreras con un aspecto agresivo e intimidador. Por ahora no conocemos el número de unidades limitadas que equiparan este paquete, así como desconocemos el precio del mismo, si algo está claro es que soñar con él puede salir caro…