Este año la llegada de la primavera vendrá acompañada de la introducción de los sistemas mild hybrid en varios modelos de la gama BMW equipados con mecánicas diésel. Más concretamente, encontraremos esta tecnología para mejorar la eficiencia y el consumo de combustible en todos los BMW 320d, incluidas las variantes xDrive, en el X3 xDrive20d y en el X4 xDrive20d.
Todos ellos cuentan en el vano motor con el bloque diésel de 2.0 litros y cuatro cilindros turboalimentado al que la compañía bávara añadirá un motor de arranque y generador de 48V, así como una batería adicional que permitirá un aumento de potencia puntual de 11 CV (8 kW), cierta capacidad de frenada regenerativa y una función de avance por inercia mejorada.
El funcionamiento del sistema es similar al que ya conocemos en otros fabricantes. El generador compacto mejora la aceleración desde parado, permite un arranque más suave y optimiza el consumo de combustible a velocidades de crucero. La frenada regenerativa, por su parte, desconecta el motor de combustión a velocidades inferiores a 15 km/h, recuperando la energía cinética.
Del mismo modo, a velocidades de hasta 160 km/h, la función de avance por inercia ahora desconectará la mecánica diésel en lugar de mantenerla al ralentí. BMW afirma que el sistema, además de ofrecer beneficios fiscales y ambientales como la codiciada pegatina ECO de la DGT, «mejora tanto la eficiencia como la dinámica» de los modelos actualizados.
Los BMW Serie 5 520d y 520d Touring recibieron esta tecnología en otoño de 2019.
Se podría actualizar los motores actuales con esta tecnología.