Finalmente llegó el momento tan esperado por el multimillonario Elon Musk, y ayer miles y miles de personas siguieron en directo por Internet el lanzamiento del Falcon Heavy al espacio. El programa bautizado como Space X ha conseguido pasar a la historia tras lanzar al espacio un Tesla Roadster con un singular maniquí al volante que recibió el nombre de ‘Starman’, todo un tributo a la canción de David Bowie. Puede parecer una auténtica locura, pero todo esto tiene una explicación simple.
En cada lanzamiento de prueba que realiza Space X para que haga orbitar algo o alguien se introduce una masa, así que en vez de introducir un simple bloque de acero optaron por lanzar al espacio nada menos que el primer modelo eléctrico de la compañía de Palo Alto, el cual ha tomado multitud de imágenes y vídeo gracias a una cámara que llevaba incorporada.
Finalmente, dos de los tres propulsores del Falcon Heavy regresaron intactos para posarse sobre tierra firme de forma casi hipnotizante, pero el cohete principal no corrió la misma suerte y acabó estrellándose en el mar. Al parecer, este se quedó sin combustible y fue imposible frenarlo a tiempo para su aterrizaje. Pero centrémonos en lo más importante, el Tesla Roadster fue puesto en órbita sin un solo fallo y durante cinco horas seguidas realizó un directo donde pudimos contemplar hermosas vistas de la tierra a través del deportivo eléctrico.
¿Y ahora qué pasará con este coche? Para empezar hay que aclarar que su objetivo no es llegar a Marte como se comentaba en un principio, dado que sería imposible que aterrizará en ningún planeta sin un módulo de aterrizaje. Por ello, el Tesla Roadster ha sido dirigido a una órbita elíptica heliocéntrica y no… sentimos decirte que no aterrizará en Marte. Otra de las incógnitas es qué pasará con el vehículo a partir de ahora y cómo soportará un medio tan dañino y peligroso como es el espacio. Para empezar algunas partes del Tesla pueden explotar consecuencia de la presión como los neumáticos o depósitos de líquido.
Pero lo crucial vendrá cuando deba enfrentarse a cientos de microcolisiones, pequeños meteoros y todo tipo de basura espacial que ronda por el espacio sin rumbo alguno. Sin embargo, lo más nocivo de todo será la radiación que acabará destrozando desde los cueros y telas hasta los plásticos y fibras de carbono para finalmente convertirlo en solo un viejo chasis. Aún así, no hay motivo para quitar mérito a este hito en la historia del automóvil, y es que ninguna otra marca puede jactarse haber enviado un coche al espacio.
Tesla pasará así a la historia con con este hito tan singular y espectacular, y es que Elon Musk es el rey del ‘show’ y ayer consiguió que miles y miles de personas mirarán la pantalla de su ordenador con un Tesla Roadster como protagonista.