Ocurrió en Fremont, cerca de San Francisco (Estados Unidos), el pasado 20 de septiembre. El departamento de policía de la ciudad compró en 2018 un Tesla Model S P85 de 2014 como parte de un programa piloto destinado a comprobar si los vehículos eléctricos cumplen con las exigencias de un coche patrulla.
Hasta la fecha, todo iba como la seda, pero la dejadez de los agentes con el vehículo les jugó una mala pasada. Según informa la NBC de Los Ángeles, en torno a las 11 de la noche, el oficial Jesse Hartman pidió refuerzos por radio porque el Tesla Model S no podía continuar una persecución que había comenzado en Fremont solo 8 minutos antes: quedaban 6 millas de autonomía (apenas 10 kilómetros).
¿Te imaginas que la policía te deja de perseguir porque se quedan sin gasolina? Desde luego, a los ocupantes del vehículo que huía a casi 200 km/h por la autopista les vino Dios a ver. Según declaraba el oficial, comenzó su turno a las 14:00 horas y el Model S no estaba completamente cargado. El portavoz de la policía de Fremont, Geneva Bosques, apunta que normalmente los turnos terminan con el Tesla Model S al 40 o 50% de carga.
¿Tan difícil es llegar a comisaría y poner a cargar el coche?
Muchas veces, los agentes vuelven a la comisaría a rellenar informes o entregar documentación y no vuelven a patrullar, olvidándose de poner a cargar el coche, así que si tenemos en cuenta que el Model S dejó tirados a los agentes después de nueve horas patrullando, quizás tampoco está nada mal. Eso sí, el Departamento de Policía de Fremont quizás debería establecer algunas reglas de uso para los vehículos patrulla eléctricos…
Jeje todavía queda mucho por pulir!
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