Utilizamos a diario la gasolina, pero realmente,
La gasolina esta formada por una mezcla de compuestos orgánicos volátiles, que contienen hidrocarburos alifáticos y aromáticos. Algunos de estos compuestos son mucho más adecuados como combustible para el motor de un coche que otros.
El movimiento de los pistones de la mayoría de los coches gasolina se produce en cuatro fases y se conoce como el ciclo de Otto.
Para obtener un mayor rendimiento hay que controlar la combustión de la mezcla de gasolina y aire en el interior de cada cilindro. Si la mezcla se quema con demasiada rapidez, el pistón recibe un tirón duro en vez de un impulso fuerte y suave que produce un sonido de cascabeleo y una disminución en la eficacia de la conversión de la energía de combustión a energía mecánica. Resulta que los hidrocarburos de cadena recta tienen mayor tendencia a producir cascabeleo, sin embargo los hidrocarburos de cadena ramificada producen el impulso suave y deseado.
Por lo general, las gasolinas están clasificadas de acuerdo con el índice de octanaje, una medida de su tendencia a causar cascabeleo. Cuanto más alto sea el índice de octanaje del hidrocarburo mejor. El índice de octanos se puede mejorar añadiendo pequeñas cantidades de compuestos llamados agentes antidetonantes, como el plomotetrametilo y el plomotetraetilo, pero el plomo es un metal muy tóxico así que las regulaciones requieren que todos los coches fabricados después de 1974 utilicen gasolina sin plomo.
Para minimizar el cascabeleo, las gasolinas sin plomo contienen MTBE, una mezcla de sustancias químicas que incrementan el contenido en oxigeno de la gasolina, lo que provoca que el combustible se queme más limpiamente.
Artículo escrito por: Ignacio Delgado Manrique de Lara