El Audi R8 era uno de los modelos más esperados del Salón de Ginebra y, a pesar del secretismo con el que la marca ha tratado de llevar todo lo referente a su nuevo deportivo de altos vuelos, tras filtrarse ayer la primera imagen los de Ingolstadt no han tenido más remedio que dar a conocer todos los detalles de su nuevo modelo. Fabricado en exclusiva en la nueva planta de producción GmbH quattro «Böllinger Höfe», en Heilbronn, el nuevo R8 se nos presenta con un diseño más poderoso y un equipamiento tecnológico de última generación. Demos un repaso a todas sus novedades.
Una estética más dinámica y estilizada
Los cambios estéticos mantienen la línea conservadora de Audi, con un frontal que hereda el nuevo lenguaje de diseño de la marca y apuesta por una parrilla hexagonal de mayores dimensiones. Bajo los faros LED de nuevo diseño –láser en opción–, las dos tomas de aire laterales adoptan en esta segunda generación un diseño vertical que realza el aspecto anguloso del morro, mientras que los dos nervios que se extienden a lo largo del capó aportan el toque dinámico al conjunto.
En el lateral, los pasos de rueda son ahora más prominentes y los tiradores de las puertas quedan disimulados bajo el nervio superior para dar mayor protagonismo a la imponente entrada de aire. La zaga, por su parte, adopta en el nuevo Audi R8 un aspecto mucho más estilizado, donde las tomas de aire vuelven a ser las protagonistas y los grandes difusores de escape insinúan sutilmente el propulsor V10 que moverá a la bestia.
Las llantas, de 19 pulgadas de serie equipan unos neumáticos de medidas 245/35 delante y 295/35 detrás. A modo de opción, también podremos equipar unas llantas de 20 pulgadas, en cuyo caso las dimensiones de los neumáticos aumentan: 245/30 en el eje delantero y 305/30 en el eje trasero.
Como ya os habíamos adelantado, uno de los objetivos para el nuevo modelo era rebajar su peso en la báscula, por lo que en esta generación el Audi R8 V10 Plus consigue quedarse en tal solo 1.454 kg de peso en seco. Una rebaja total de hasta 50 kg menos que su predecesor que se ha conseguido gracias al empleo de aluminio y fibra de carbono reforzada con polímeros de plástico en la fabricación del chasis y el empleo de fibra de carbono en el interior y en diversos detalles de la carrocería como el splitter trasero o el difusor. Las medidas continúan siendo dignas de los mejores deportivos, con una longitud total de 4,42 metros, 1,94 metros de ancho – lo que supone un incremento de 39 mm- y 1,24 metros de alto – lo que se traduce en una reducción de 9 mm-.
El cuidado por los detalles está presente en el interior
En el interior, el panel de instrumentación totalmente digital y personalizable con una pantalla TFT de 12,3″ se reparte el protagonismo con el nuevo volante de diseño más racing, en el que además de los clásicos botones de función se añaden el botón de arranque y algunos controles para modificar parámetros del vehículo como el modo “Race” o el sistema de escape. Un claro guiño al manettino de Ferrari que no podemos negar que nos encanta.
El puesto de conducción y el del acompañante quedan claramente diferenciados por la consola central, donde una robusta palanca de aluminio gestiona la caja de cambios S tronic de doble embrague y siete relaciones; mientras el salpicadero hereda el diseño limpio y despejado de botones de la última hornada de modelos Audi y los paneles de las puertas el aspecto anguloso que caracteriza el exterior.
Mismo motor, dos potencias a elegir
El conocido motor atmosférico V10 de 5.2 litros FSI, situado tras el habitáculo, está disponible en dos versiones que prometen ser a cuál mejor. Por un lado nos encontramos ante la versión ‘estándar’, donde el propulsor desarrolla una potencia total de 540 CV y un par máximo de 540 Nm. Así, el Audi R8 consigue detener el cronómetro en el 0 a 100 km/h en 3,5 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 323 km/h. El consumo, lejos de ser contenido, tampoco resulta excesivamente disparatado, homologando 11,8 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 275 g/km.
La variante Plus, la más potente, alcanza la misma potencia que el Lamborghini Huracán, con 610 CV de potencia y un par máximo de 560 Nm que consigue rebajar el 0 a 100 km/h 3 décimas para situarse en los 3,2 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 330 km/h. Igualmente, los consumos también resultan algo más elevados, alcanzando los 12,4 l/100 km y unas emisiones de 289 g/km de CO2, aunque estos datos resultan algo irrelevantes para el propietario de semejante elemento. En caso de encontrarnos ante un imprevisto, los frenos carbocerámicos de serie en esta versión -opcionales en la versión base– detendrán nuestro R8 en el menor tiempo posible.
Toda esta potencia se transmite a las cuatro ruedas gracias al nuevo sistema de tracción total permanente quattro, que da al R8 una decisiva ventaja en términos de estabilidad y es capaz de enviar hasta el 100% de la tracción al eje delantero o trasero. Por supuesto, no faltarán el Launch Control para las mejores aceleraciones desde parado, el Drive Select que modifica diversos parámetros de la dinámica del vehículo y varios modos de conducción para convertir a este superdeportivo en la estrella de los circuitos. O de las autopistas, eso ya depende del amor que cada uno tenga por los puntos de su carnet.
Desde luego en Audi han querido centrarse en proporcionar el máximo placer de conducción y prueba de ello es la nueva dirección electromecánica, ahora más precisa y ofreciéndose opcionalmente con tarado deportivo. Además, ambas versiones del nuevo modelo permiten equipar la suspensión adaptativa Magnetic Ride para mejorar la estabilidad.
Aunque no conoceremos al Audi R8 en persona hasta el próximo Salón de Ginebra, la marca ya ha adelantado que lo veremos en nuestras calles a mediados de este año.
Guillem Serra Cardera
La trasera es horrible
Jounaid Chadily Francisco
No me gusta. No me gusta es una mierda!
La trasera, la delantera y el interior son feas