Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento
Habitabilidad
Maletero
Gama mecánica
Comportamiento Offroad
Dirección
Relación valor-precio
8.1
Notable
El Mercedes-Benz Clase G es uno de los 4x4 más capaces y extremos que hemos probado, y aunque la generación actual se encuentra dando los últimos coletazos no hemos querido perder la oportunidad de ponerlo a prueba en un circuito offroad. En su interior confort y acabados de lujo, en el exterior líneas rectas y angulosas que conservan intacta su personalidad pese al paso de varias décadas, un vehículo icónico que no envejece con el paso del tiempo.
El pasado mes de septiembre tuvimos la oportunidad de viajar a Sevilla gracias al Grupo Concesur para conocer su nueva zona de entrega interactiva, toda una experiencia de imagen y sonido que nos adelanta cómo recibirás tu coche nuevo en el futuro. Además durante esta interesante jornada realizamos una ruta por carretera en convoy con todos los modelos de la gama Mercedes-Benz, y finalmente en un circuito off-road pudimos poner a prueba el auténtico rey fuera del aslfato, un vehículo icónico que aunque pase los años sigue conservando ese atractivo y aplomo únicos.
El Mercedes Benz Clase G ya tiene unos cuantos años a sus espaldas, en el 2013 cumplió nada menos que 40 años de vida como uno de los 4×4 más salvajes y espartanos que se conservan aún hoy en día a la venta en el mercado. Y aunque estéticamente pueda parecer algo envejecido sigue siendo un coche increíblemente práctico y capaz, que ha sufrido hasta 14 restyling desde su nacimiento en 1973. En julio de este mismo año Mercedes cumplía otro importante hito fabricando la unidad 300.000 del Clase G en una de sus factorías situada en Austria.
La última actualización de este modelo llegaba en mayo del 2015 con un ligero lavado de cara y algunas mejoras mecánicas con el objetivo de ajustarse a la normativa Euro6. Estéticamente se añadieron unos parachoques de nueva factura con clara inspiración AMG, pasos de ruedas más marcados y una oferta más amplia de colores y llantas de aleación para darle algo más de frescura y ponerlo al día. En el interior además de materiales más cuidados aparece una nueva instrumentación con pantalla multifunción a color con gráficos modernos y una serigrafía más actual.
Por otro lado el año que viene conoceremos el nuevo Mercedes-Benz Clase G 2018 que ya ha sido cazado en fase de pruebas mostrando unas nuevas luces LED tanto en su frontal como en su parte trasera y que -salvo una sorpresa de última hora- mantendrá su línea clásica con pequeños detalles estéticos y alguna mejora mecánica. Está claro que Mercedes sabe que algo que funciona es mejor no tocarlo, así que parece ser que tendremos Clase G para muchos años aunque cada poco recibe algún leve lavado de cara.
Diseño exterior
Su diseño exterior aparece firme y sólido desde un primer vistazo, con una gran cantidad de formas rectas que han cambiado muy poco desde que se construyera su primera maqueta a escala 1:1 en 1973. Con el paso de los años ha reducido su imagen más tosca y ruda para apostar por una imagen más lujosa, pero siempre conservando sus aptitudes fuera del asfalto. Su parrilla frontal ha evolucionado notablemente con el paso de los años, así sus parachoques reciben formas más estéticas. Gracias al juego de llantas de aleación y las luces de LED diurnas consigue un apariencia más actual y cercana a la de sus hermanos, pero por lo demás sigue siendo único en su especie.
En este caso la unida de pruebas equipaba una pintura verde que le da un toque muy clásico al conjunto, camuflándose así por estos terrenos y mostrando su lado más campero. La zaga es probablemente una de las partes que menos ha cambiado con el paso de los años, con la clásica rueda de repuesto situada sobre el portón trasero y las ópticas traseras cuadradas al igual que la ventanilla trasera. El parachoques trasero ha recibido algún pequeño cambio en su último restyling pero apenas se aprecia a primera vista si no tenemos al lado modelos de generaciones anteriores.
Sus dimensiones dependen de la variante que elijamos y va de los 4,67 a los 4,76 metros de largo -en la versión L-, 1,86 a 1,87 metros de ancho y una altura que puede variar entre 1,94 y 1,95 metros. Puede parecer enorme a primera vista pero su hermano, el Mercedes-Benz GLS le supera en longitud y anchura con 5,13 metros de largo y 1,93 metros de ancho.
Los espejos retrovisores se actualizaron con la versión del 2012, y ahora recibe algunas novedades como el sistema de aviso de punto muerto y son calefactables. Con el restyling del 2015 los pasos de rueda adoptan el mismo color de la carrocería, y además esta versión 350 d equipa de serie llantas de aleación de 18 pulgadas, que ayudan a restarle ese aspecto más espartano de modelos anteriores aportando una apariencia más deportiva y actual.
Los Mercedes-AMG, G 63 y G 65 tienen un aspecto visual particularmente dinámico gracias a varios detalles en acero inoxidable, laterales deportivos, inserciones específicas, carcasas de los retrovisores y la rueda en color de la carrocería, una llamativa gama de llantas de aleación AMG con neumáticos de tamaño 295/40 R 21, inserciones en fibra de carbono y algunos detalles adicionales más…
Mercedes-Benz busca ofrecer con su última actualización del Clase G un paquete de lujo más personalizable con el acabado Designo Manufacktur que está a la venta desde ayer y que añade numerosas características exteriores en negro, ofrece tres acabados de pintura -designo magma red, designo mystic white y obsidian black-, nuevas llantas de aleación AMG de 5 radios en negro con neumáticos 275/55 R 19, inserciones laterales y rejillas de la parrilla del radiador, espejos exteriores y la cubierta de la rueda de repuesto en negro.
Diseño interior
En su interior las calidades y acabados están al nivel del resto de modelos de la gama Mercedes-Benz pero numerosos detalles y su configuración tan singular de los elementos nos indican que estamos al volante de un Clase G. Un volante de grandes dimensiones y cuatro radios junto con un panel de instrumentación de nueva factura con una pantalla a color nos recibe nada más entrar a su habitáculo, aunque posiblemente lo que más nos llame la atención es el puesto de conducción situado a tal altura que parecerá que estamos conduciendo una camión.
Encontramos también el clásico Sistema COMAND Online que se encarga de integrar todas las funciones que van desde el navegador, equipo de sonido, DVD, Bluetooth y acceso a internet. Está situado en la parte superior de la consola central junto con una gran botonera desde la que se controla íntegramente la pantalla y encontramos además tres botones para configurar el bloqueo de los diferenciales.
Otros elementos como el asidero que encontramos frente al asiento del copiloto o una guantera algo más espartana le restan algo de caché al interior. Pero no olvidemos que este modelo se creó con un único objetivo, ser lo más práctico posible, y aunque el el lobo se vista de oveja, lobo es y lobo se queda. Con el paso de los años ha recibido acabados y elementos más deportivos como la palanca de cambios del Sistema 7G Tronic Plus que llama la atención y se sale de lo normal respecto a sus hermanos pequeños que tienen la palanca de cambios en el mismo volante.
En las plazas traseras pueden viajar dos adultos cómodamente, o tres para viajes cortos aunque el espacio se reducirá considerablemente dado que los asientos son algo justos en este último caso. Sin embargo, la altura para la cabeza es más que de sobra gracias a sus 1,95 metros de altura y el espacio para las piernas suficiente, incluso para los más altos. El acceso a las plazas traseras se complica algo más, principalmente por la altura del conjunto que tenemos que superar y la reducida dimensión de las puertas. Además como anécdota cabe destacar la sensación tan brusca al abrir y cerrarlas, que se abren apretando un pequeño botón situado en el manillar y deben cerrarse con un importante golpe.
Motorización
El Mercedes-Benz Clase G está disponible con cuatro mecánicas diferentes, una diésel y cuatro gasolina. En este caso disponemos de la motorización diésel que con la última actualización del modelo ha recibido una mejora de sus prestaciones, ahora su V6 de 3.0 litros recibe una potencia de 245 CV y 600 Nm de par frente a los 211 CV y 540 Nm de la versión anterior. Con el G500 las cosas se ponen más serias y tenemos a nuestra disposición un V8 con 4,4 litros y dos turbocompresores que rinden 422 CV y 610 Nm. Según el fabricante alemán este último puede acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 5,9 segundos
Justo en un escalón superior está el G63 AMG que a partir de ahora equipará un bloque con 5,5 litros, ocho cilindros y 571 CV de potencia, capaz de lanzarlo de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos. Como tope de gama está el G65 AMG con un 6.0 V12 que desarrolla 630 CV de potencia y un impresionante par de 1.000 Nm.
Los usuarios que opten por la versión más económica elegirán, sin duda, el G350 d que tiene unos consumos 9,9 l/100 km, pero en campo se disparará por encima de los 15 l/100 km. De momento Mercedes no ha comunicado los valores de consumos y emisiones para ninguna de las versiones pero sí confirman una notable mejora, en parte por el uso del Stop&Start en todos salvo el G65 AMG.
Dado que solo tuvimos la oportunidad de probar el Clase G350 d en un circuito off-road no podemos hablar detalladamente de su mecánica V6 fuera de este ámbito, ya sea en carretera o en ciudad. Sin embargo si podemos decir que fuera del asfalto es un vehículo increíblemente sorprendente para enfrentarse a cualquier obstáculo, ya sean pendientes de todo tipo, atravesar zonas inundadas o zonas de mínimo agarre.
Al principio llama la atención el tacto de los pedales, ya que hay que saber gestionar muy bien el gas en cada momento y en cuanto soltemos el acelerador el vehículo se queda clavado como un arpón sea donde sea. La sonoridad y aislamiento del habitáculo es buena, se nota que Mercedes-Benz ha trabajado especialmente este apartado para dotar al interior del confort que se merece un vehículo de estas características. A pesar de llevar en sus entrañas un enorme V6 diésel apenas notaremos extrañas vibraciones o una rumorosidad exagerada.
Ficha técnica
Version | 180 kW (245CV) - 6 cilindros en V |
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Cilindrada | 2.987 cm³ |
Potencia | 245 CV (180 kW) @ 3.600 rpm |
Par | 600 Nm @ 1.600 - 2.400 rpm |
Peso | 2.612 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.764 /1.867 / 1.954 mm |
Volumen Maletero | 487 (2.126) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 8,8 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | N.D. |
Velocidad máxima | 192 km/h |
Consumo homologado | 11,1 / 9,1 / 9,9 l/100 km (urb. / extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 261 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Precio de partida | 105.500 euros |
Comportamiento
A lo largo de este circuito offroad llevamos a cabo diferentes fases o pruebas con todos los modelos de tracción total 4MATIC de la gama Mercedes-Benz: GLE Coupé, GLE, GLC y GLA. Sin embargo, el protagonista indudable fue el Clase G, un vehículo que si eres amante de los 4×4 debes probar al menos una vez en la vida. Sorprende desde que abres su rudimentaria puerta hasta su elevado puesto de conducción que proporciona una visión de todo el frontal muy singular. La sensación de estar abordo de un furgón o camión de gran altura aumenta por momentos.
Su generosa altura y buenos ángulos de ataque y salida nos permiten sortear todo tipo de obstáculos, en primer lugar tuvimos que atravesar un pequeño inundado para comprobar que el Clase G se desenvuelve como pez en el agua. Gracias a su altura libre al suelo de 210 milímetros no tendremos que preocuparnos porque el agua pueda entrar a zonas internas del motor y cruzar todo tipo de zonas inundadas o pequeños riachuelos. Acto seguido era momento de pasar a la siguiente prueba, una zona embarrada donde con cierto tacto en el acelerador pudimos comprar a la perfección cómo entra en funcionamiento la tracción total para salir airosos, una vez más.
Tras esta era momento de experimentar con una pared de inclinación lateral, donde dada la altura del conjunto aumenta la sensación de poder llegar a volcar. Sin embargo, el Clase G se agarra al asfalto como ningún otro coche, y aunque busquemos el mayor ángulo de pendiente lateral su agarre y fiabilidad están al más alto nivel. Según vas cogiendo más confianza al volante de la bestia te atreves a ponerlo más y más al límite, el problema es que nunca llegará a estarlo del todo.
Es momento de pasar a la siguiente parte del circuito offroad, donde nos espera una superficie asfaltada con pendientes laterales desiguales y que requiere de cierta concentración al volante. Aquí podemos bloquear los diferenciales para que todas las ruedas giren por igual y no perdamos tracción en ningún momento, eso sí, en ocasiones alguna rueda puede quedar en el aire aumentando el grado de diversión. Debemos guiar perfectamente la dirección para que todas las ruedas estén siempre tocando el suelo, un ejercicio de lo más práctico que nos demuestra una vez más ante el tipo de vehículo que estamos.
Ya para acabar es momento de superar una de las pruebas más complejas, ya no solo por la altura y pendiente de la rampa, sino por la caída donde la gran mayoría de SUV que encontramos hoy en el mercado quedarían atrapados al topar con el suelo. Lo más sorprendente de esta prueba es cómo reacciona el pedal del acelerador, que pese a la gran pendiente deja el vehículo clavado en cuanto levantas el pie ligeramente. Por ello una vez conseguimos graduar bien el gas podemos pasar cualquier tipo de pendiente sin ningún problema, siempre evitando quedarnos parados en pleno ascenso.
Su ángulo de ataque de 36º y de salida de 27º nos permite hacer todo tipo de peripecias y atravesar cualquier pendiente sin problemas. Solo por encima encontramos al Jeep Wrangler Unlimited que suma 37,8º de ataque y 31,7º de salida con una altura libre al suelo de 259 mm. Queda claro que estamos ante uno de los mejores 4×4 que hay en la actualidad en el mercado, aunque su elevado precio será una de las principales desventajas con la que nos encontremos a la hora de la compra.
Los precios en España parten desde los 105.500 euros del Clase G 350 d, seguido del G 500 con un coste de 123.275 euros, tras este encontramos el Mercedes-AMG G63 por 167.025 euros y finalmente el Mercedes-aMG G65 por 316.875 euros.
Mucha vida a ese coche es un pepinazo