Se acerca el Salón del Automóvil de Ginebra y empezamos a escuchar las campanas de los fabricantes anunciando sus últimas novedades. Hace unos minutos Toyota nos ha confirmado que Ginebra será escenario del estreno mundial del prototipo que adelanta el nuevo B-SUV de Toyota, que combina su amplia experiencia en vehículos urbanos con la gran herencia SUV de modelos tan icónicos como RAV4.
Aunque también harán su debuts en un salón del automóvil europeo los nuevo Yaris y RAV4 plug-in hybrid, además de la segunda generación del Mirai, el que sin duda acaparará nuestra atención será el nuevo B SUV japonés.
En Toyota quieren hacer que su gama sea algo más grande y se ajuste a la demanda del mercado, y lo cierto es que todo lo que han lanzado al mercado en los últimos años ha funcionado a la perfección. Con la llegada del C-HR y posteriormente del nuevo RAV4, el fabricante ha aumentado sus ventas, sin embargo, tener el C-HR como SUV de acceso es algo «peligroso» por su precio y por su tamaño.
Por esa razón este mismo año conoceremos un modelo crossover por debajo del C-HR, pero basado en una nueva variante de la plataforma GA-B y siguiendo la estela de la nueva generación del Toyota Yaris. Con ello la firma nipona podrá competir plenamente en el segmento B SUV, un segmento que actualmente es el que mayor demanda y más fuertes competidores encontramos.
Toyota cree que tener un automóvil cercano a los cuatro metros de largo atraerá a los clientes desanimados por el mayor precio y tamaño del C-HR.
El modelo, aún sin nombre -podría ser B-HR si seguimos con las denominaciones en escala descendente-, está diseñado para sentarse debajo del C-HR, a pesar del hecho de que el crossover futurista ya es un poco más pequeño que el Nissan Qashqai y el Peugeot 3008.
Se basará en el nuevo Yaris, por lo que tanto su tecnología como sus sistemas mecánicos e híbridos serán presumiblemente compartidos, aunque en el caso de la versión SUV, los clienets podrán optar por el sistema de tracción inteligente a las cuatro ruedas AWD-i de Toyota.
El pequeño crossover sobreelevará su altura y distancia al suelo y contará con una suspensión de tipo MacPherson en la parte delantera y un eje de torsión en la parte trasera. A nivel mecánico, seguramente reciba la última generación de la tecnología híbrida de Toyota, el bloque 1.5 Dynamic Force que deriva directamente de los motores de 2.0 y 2.5 litros introducidos recientemente en los nuevos Corolla, RAV4 y Camry.
El sistema híbrido eléctrico será presuntamente heredado del Yaris y, por ello, compartirá el motor de gasolina de tres cilindros y ciclo Atkinson 1.5 Dynamic Force, con medidas específicas para reducir la fricción interna y las pérdidas mecánicas, además de optimizar la combustión. El transeje híbrido se ha rediseñado totalmente, adoptando una nueva estructura de doble eje, más compacta (9%).
A ello se le unirá una nueva batería de ion-litio, más potente pero también más ligera (-27%). Junto a la opción híbrida también se podría ofrecer un motor 1.0 convencional de gasolina en determinados mercados. Aunque conoceremos al prototipo en Ginebra, el modelo definitivo podría aparecer en la segunda mitad de 2020 y comenzar sus ventas a finales de año o principios de 2021.