Hubo una curiosa época en la que Toyota pensó que sería una buena idea lograr algún que otro récord. Durante esa época, la marca nipona cogió una unidad de su exitoso Toyota Land Cruiser -modelo cuya denominación lleva ofreciendo desde 1951- y lo lanzó como prototipo de pruebas en un formato muy especial que distaba enormemente del concepto primigenio para el que el modelo había sido concebido, lo que venía siendo, llegar a donde otros no podían.
Con estos antecedentes y una pizca de locura, Toyota creó el Land Speed Cruiser VMAX, un nuevo terreno sin explorar para el exitoso modelo japonés.
Aunque parecía una idea alocada, el Centro Técnico de Toyota Motorsports (MTC) en Los Ángeles / EE. UU., -responsable del desarrollo de los automóviles de carreras de la serie NASCAR– adoptó un nuevo desafío, crear una unidad de récord.
La idea de acudir a un Festival de la Velocidad con un Land Cruiser V8 ópticamente casi convencional pero técnicamente refinado, era demasiado tentadora como para dejarla pasar sin dejar huella.
Casi todos los componentes del Land Speed Cruiser fueron modificados y adaptados para hacerse con el récord.
En la primera etapa el Land Cruiser se convirtió en la estrella del SEMA en Las Vegas en noviembre de 2016. Neumáticos ZR20 315/35 de bajo perfil montados en unas impresionantes llantas forjadas, aerodinámicas cámaras en lugar de espejos retrovisores, una pintura brillante de color negro intenso y con un imponente capó permitió a Toyota rebautizar al modelo con el nombre de Land Speed Cruiser.
A pesar de que con la estética habían ganado la atención de todos, parece que querían hacerse con el récord mundial de velocidad.
El habitáculo se vació por completo a excepción del asiento del cockpit que se completó con monitores e indicadores adicionales. En su lugar, se instaló un ligero asiento para el conductor y arneses de seguridad de acuerdo con las especificaciones de la FIA, así como una jaula antivuelco.
Bajo el capó del poseedor del récord mundial encontramos un motor de gasolina V8 de 5.7 litros que en los modelos americanos rendía de serie 280 kW / 375 CV. Para esta bestia fue modificado para alcanzar los 1.471 kW / 2.000 CV.
Gracias a todo esto, este espectacular y modificado Land Cruiser se convirtió en un todoterreno de récord gracias a una velocidad máxima de 370 km/h.
Para conseguir los 2.000 CV, los ingenieros de MTC inicialmente utilizaron dos gigantescos turbocompresores Garrett que garantizaban una presión de hasta 3.8 bares. El modelo contaba con una válvula de descarga así como un intercooler especialmente desarrollado por MTCI (Toyota Motorsports Technical Center Inc).
Tres bombas de gasolina fueron responsables del suministro de carburante y también se desarrolló especialmente el sistema de escape, que terminaba en dos salidas laterales. Para hacer frente a las transformaciones, el V8 recibió, entre otras cosas, unos pistones reforzados y unas bielas reforzadas. El bestial Land Cruiser contaba con transmisión automática de 8 velocidades del especialista Weismann.
Se suponía que el Toyota Land Speed Cruiser no alcanzaría el título de «SUV más rápido del mundo» pero finalmente, el piloto Craig Stanton afinó el Toyota Land Speed Cruiser en el Toyota Proving Ground (TAPG) de Toyota y junto a al ex piloto de Toyota NASCAR Carl Edwards terminó alcanzando los 370.18 km / h, lo que en ese momento permitió a la marca hacerse con un récord mundial de velocidad para SUV/todoterrenos.