Desde hace varias temporadas, es el Toyota Yaris WRC el que literalmente «se parte la cara» junto a los pilotos del equipo de rallyes de Toyota en el Campeonato Mundial de Rallies.
Aunque el equipo Toyota Gazoo Racing ha despertado emociones y ya ha ganado el Campeonato de Fabricantes (2018) y el Título de Pilotos (2019) desde que regresó al WRC hace tres años, la historia no solo se remonta a estos dos o tres últimos años.
Toyota lleva asociada a los rallyes desde hace más de 60 años y siempre han ideado bestias para competir en esta disciplina y como no, vencer si era posible.
Hoy os voy a hablar de un modelo que no tuvo la oportunidad de escribir su historia deportiva. Este modelo no llegó ni a debutar porque la FIA canceló inesperadamente la Serie Mundial para el brutalmente potente Toyota MR2 (222D) desarrollado por la Toyota Motorsport GmbH (TMG) en su sede técnica de Colonia, Alemania.
Al parecer, los vehículos que se estaban desarrollando eran demasiado salvajes y ojo, porque en el caso de Toyota hablamos de la apodada como la «Bestia Negra», un Toyota MR2 demasiado salvaje incluso para los deportes de motor.
Sobre la base del automóvil deportivo japonés MR2 (W10) de motor central más vendido y gracias a la equilibrada distribución del peso en combinación con la clásica propulsión trasera, este atleta de reforzó y se sometió a un duro entrenamiento para entrar en el campo de batalla de las carreras y especialmente en el Campeonato Mundial de Rally.
Los especialistas en automovilismo deportivo de TMG diseñaron la versión de carreras del MR2 (222D) para el campeonato WRC solo un año después del lanzamiento al mercado del coupé de faros escamoteables.
Esta clase principal de rally experimentó su época dorada y más salvaje con el notorio Grupo B a mediados de la década de 1980. Con un peso perfectamente equilibrado, un rendimiento bruto derivado de un nuevo motor turbo de 2.1 litros con lubricación por cárter seco y tracción total, el Toyota MR2 (222D) que se desarrolló en febrero de 1985 tenía todas las posibilidades de obtener las primeras posiciones en el recién instalado Grupo S del Campeonato Mundial de Rally.
El Grupo S debía reemplazar al Grupo B y renunciar a la costosa norma que obligaba a los fabricantes a homologar, comercializar y construir al menos 200 unidades de una versión de calle.
Al tratarse de un Grupo S, este Toyota MR2 de rally no contaba con una versión de calle planeada así que los fans de la marca sufrieron una doble decepción: por un lado se quedaron sin ver a la bestia negra y por el otro, no podían ni comprarla en una versión descafeinada.
Después de algunos accidentes fatales en el Campeonato Mundial de Rallys, tanto el Grupo B como el Grupo S fueron prohibidos.
Probado solo durante algunos eventos de conducción en Europa y Japón, el prototipo de Toyota MR2 pintado en negro con tracción total presentó su tecnología solo en algunas exhibiciones de motor antes de ser almacenado en los fondos del museo de TMG de Colonia.
Los detalles técnicos del MR2 más enérgico permanecieron en secreto durante mucho tiempo, por lo que el Toyota 222D se convirtió en un misterioso modelo de culto: un corredor al que los fanáticos y los medios respetuosamente apodaron con los nombres de «Black Monster» o «Black Beast», independientemente del hecho de que no tuvieron la oportunidad de conocerlo.
Además de la unidad rematada en color negro, existe una segunda unidad en color blanco que se exhibe en la Toyota Mega Web Showroom de Tokio. La bestia negra de TMG se presenta ante un público amplio y entusiasta en Colonia en ocasiones especiales, como los días temáticos de Toyota MR2.
Con 3.95 metros de largo, este prototipo de 222D tenía poco o nada en común con el modelo de serie que se comercializaba a particulares.
El modelo de rally pesaba 750 kg y para su creación se hizo uso de un chasis tubular que reforzaba la estructura y reducía notablemente el peso. En lugar del compartimento de equipaje o maletero trasero y el compartimento de motor, el atleta de alto rendimiento de al menos 441 kW / 600 CV y 640 Nm de par optó por una parte trasera completamente diferente.
Bajo el portón trasero de nuevo diseño estaba el motor turbo, que era fácilmente accesible para trabajos de mantenimiento. Esta mecánica turboalimentada de cuatro cilindros en línea y 16 v transmitía sus impresionantes prestaciones a las cuatro ruedas a través de un sistema de tracción 4×4 deportivo.
El conductor podría ajustar continuamente la presión del turboalimentador entre los 1.3 y los 1.5 bares utilizando un sistema con acceso desde la cabina. La relación potencia / peso de la Black Beast es de solo 1.25 kilogramos por CV de potencia.
Especificaciones Toyota MR2 (222d)
Motor: motor turbo de cuatro cilindros en línea y 16 V
Presión de refuerzo: ajustable de 1.3 a 1.5 bares
Cilindrada: 2,090 cm³
Potencia: 441 kW / 600 CV
Par máximo: 640 Nm
Transmisión: transmisión manual de 5 velocidades
Peso en vacío: desde 750 kg.
Si el motor ronda los 600cv era un grupo B. Los grupo S rondaban sobre 300cv, eran prácticamente grupo B pero con una potencia rebajada y más que suficiente.