Si el otro día os contaba que este año batimos récord en España en llamadas a revisión, en los Estados Unidos tampoco se quedan cortos, y es que recientemente hemos conocido que la NHTSA ha paralizado las ventas de los Maserati Ghibli y Quattroporte fabricados entre el 1 de julio y el 12 de octubre de 2016 a causa de una grave llamada a revisión por parte del fabricante.
En total, 326 unidades de ambos vehículos procedentes de la factoría Avv. Giovanni Agnelli que Maserati tiene en Italia se han visto afectadas por una avería que, a simple vista, puede parecer insignificante, pero en realidad sus efectos pueden suponer un grave accidente.
Concretamente, hablamos de una tuerca mal apretada en el diferencial trasero, una tuerca que en caso de aflojarse puede o bien producir una fuga de líquido a la junta del diferencial o bien bloquear incluso la rotación de la corona dentada del mismo, con el consiguiente accidente que eso causaría. Por decirlo en el lenguaje llano, en un momento dado las ruedas traseras pueden bloquearse por completo sin previo aviso.
Es por ello que desde la propia marca señalan que «en un exceso de precaución, Maserati ha emitido una orden de paralización de las ventas a la red de distribuidores estadounidense y una llamada a revisión de las unidades en circulación«, aunque ésta llega un poquito tarde si tenemos en cuenta que el fallo se descubrió el pasado 1 de septiembre de 2016, cuando el equipo de calidad de la marca identificó un ruido extraño procedente de dos vehículos en pruebas por carretera antes de su entrega.
Lógicamente la reparación no tendrá coste alguno para el cliente, pero mucho me temo que aquellos usuarios que estaban esperando recibir sus preciadas berlinas en los próximos meses tendrán que esperar un poco más de la cuenta hasta que la avería se revise y solucione en todos los modelos que salen de fábrica.
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