Puede que el nombre de Schropp Tuning no te suene demasiado, pero el Ford Mustang que se han encargado de poner a punto es bien conocido por todos. Es más, el icónico muscle car no solo ha sido el deportivo más vendido en Estados Unidos durante los últimos 50 años, sino que también ha triunfado en el Viejo Continente con más de 150.000 unidades el pasado año. Sin embargo, como ya sabéis, hay mucho inconformista suelto con ansias de más potencia bajo el pie derecho…
Si la versión más potente del Ford Mustang tiene nada menos que 5.163 centímetro cúbicos y un motor V8 que desarrolla 533 CV y 582 Nm de par máximo, los chicos de Schropp han aumentado la potencia hasta la escalofriante cifra de 807 CV (602 kW), prometiendo dejarnos pegados a sus asientos en sólo un santiamén gracias a su etapa SF600R, un nuevo bloque motor Coyote con los cilindros reforzados, pistones de baja compresión, inyectores de nueva factura y una bomba de aceite de alto flujo, entre otros. Los más modestos también pueden optar por la etapa SF600 que reprograma la ECU hasta los 600 CV (447 kW).
Toda la potencia se transmite al eje posterior a través de una caja de cambios automática con nuevo árbol y ejes de transmisión, al tiempo que rematan el conjunto un sistema de escape con cuatro salidas activas equipadas con cabezales de tubos largos y salidas de 76 milímetros, así como su imponente y agresiva estética con suspensiones de tipo coilover que llega de la mano de un nuevo kit de carrocería de fibra de carbono. Este incluye un paragolpes delantero con splitter, un prominente capó refrigerado, un poderoso spoiler trasero, varias entradas de aire, un nuevo difusor y, como no, un conjunto de llantas de nueva hornada tras las que se esconde un equipo de frenos optimizado.