¿Quién en nuestros días no ha visto lo que es un turbo? Mucha gente sabe lo que es un turbo sólo porque lo dice la nomenclatura de su coche, o porque le suena eso de TURBO, pues sí, parece que nos diga que tenemos un cohete en el coche y que casi volaremos. Lo cierto es que así parece. La potencia y sobretodo el par que nos proporciona una mecánica turboalimentada en comparación con una atmosférica es en algunos casos astronómica.
Pero realmente qué es un turbo, cómo se cuida y qué problemas nos puede presentar sino lo tratamos con un poquito de cuidado.
Lo primero que os vamos a contar es,
¿Qué es un turbo y para qué sirve?
Un turbo, no es un concepto nada nuevo en el mundo de la automoción. Se trata de un elemento que se inventó en los primeros años del siglo pasado por Alfred J Büchi, un ingeniero de automoción. Pero no fue hasta la década de los 40, cuando se empieza a implantar en instalaciones industriales, marinas y ferroviarias. Ésta tecnología ha ido evolucionando a un ritmo, relativamente lento, hasta que se ha ido incorporando en los vehículos equipados con motor diésel, donde se ha hecho muy popular.
El porqué se ha popularizado tanto en los motores diésel, radica en la idea de funcionamiento del propio motor. Si os acordáis del artículo sobre inyección diésel, os comentábamos que, la forma en que se genera la combustión en este tipo de motores es por compresión, por lo que no hay mezcla alguna de aire-combustible en la carrera de compresión; sólo hasta que el pistón no llega al punto muerto superior (donde termina la carrera de compresión) no se inyecta el combustible.
Basándonos en esta idea de funcionamiento de exceso de aire, el turbo hace que entre más cantidad de aire en el cilindro a base de comprimirlo, en condiciones de misma cilindrada unitaria y régimen de motor (rpm). Además, las presiones que se alcanzan al final de la carrera de compresión y sobre todo en la de expansión son muy superiores (40-55 bar) que en los motores gasolina (15-25 bar).
Estas presiones se consiguen mediante una turbina accionada por los gases de escape, en cuyo eje se fija un compresor centrífugo que toma el aire a presión atmosférica después de pasar por el filtro de aire y luego lo comprime para introducirlo en los cilindros a mayor presión. Los gases de escape inciden radialmente en la turbina, saliendo axialmente después de ceder gran parte de su energía interna (mecánica + térmica) a la misma. El aumento de temperatura producido por la compresión del aire, la vamos a contrarrestar mediante el uso de un intercambiador de calor o intercooler, el cual nos va a reducir la temperatura antes de volver a entrar en el cilindro. La energía utilizada para comprimir el aire de admisión proviene de los gases de escape, no resta potencia al motor cuando el turbocompresor está trabajando, ni provoca pérdidas fuera del rango de trabajo del turbo, si lo comparamos con otros sistemas, como los sistemas con compresor mecánico (sistemas en los que el mismo compresor está accionado por una polea conectada al cigüeñal).
¿De qué se compone el turbo y cuantos tipos existen?
Esas serían las siguientes preguntas que nos deberíamos que hacer para terminar de comprender, qué es esto del turbo:
Los motores equipados con sobrealimentación por turbo, constan, en su forma básica de una turbina que gira gracias a los gases de escape, y de un compresor, encargado de tomar el aire que proviene del filtro e introducirlo en los cilindros a presión. Estos componentes están unidos por medio de un eje, tal y como podemos ver en la imagen superior.
Si vamos aplicando elementos móviles a los turbos, nos vamos a encontrar 3 tipos diferentes:
Compresor de turbina fija
Son los más económicos y los más fiables. Se han estado utilizando en motores tanto diesel (inyección indirecta) como en gasolina. Al no tener piezas móviles, tienen un tiempo de respuesta muy alto, es decir, tienen un lag muy elevado, por lo que les cuesta mucho que comiencen a soplar.
Compresor de geometría variable
Consiste en un turbocompresor que tiene un mecanismo de álabes móviles que se abren y cierran haciendo variar la velocidad de los gases de escape al entrar en la turbina, en función de la carga de la misma. A menor caudal de gases de escape (bajas revoluciones) se cierra el paso entre los álabes provocando que los gases aumenten la velocidad al entrar en la turbina; a mayor caudal (altas revoluciones) necesitamos más trasiego por lo que estos se irán abriendo. Esto nos permite tener una presión muy lineal en todo el régimen de trabajo del turbo. En cualquier motor diesel modelos podemos encontrarnos con este tipo de turbo.
Compresor Twin Scroll
Se llaman así por tener dos entradas en la zona del compresor canalizando el aire de forma independiente a cada uno de los cilindros, por este funcionamiento hace que se asemejen mucho a los bi-turbo. Este sistema es de los más modernos ya que sus prestaciones son muy constantes en cualquier rango de revoluciones ya que aprovechan mejor la presión de los gases de escape para impulsar la turbina. Alguno modelos de Volvo con motor gasolina utilizaban este sistema para sobrealimentar.
¿Qué tipo de averías nos pueden aparecer en los turbo y cómo podemos remediarlo en la medida de lo posible?
Antes de empezar a comentar, qué tipo de averías son las más comunes en los turbocompresores, tenemos que hacernos una idea del coste que suelen tener estos elementos.
Si elegimos la primera opción, vamos a decantarnos por la más cara, ya que el precio oscila entre los 1.000 y los 1.500 euros aproximadamente. Si decidimos comprarlo remanufacturado o reconstruido, el precio desciende hasta la mitad, más o menos, entre 300 y 600 euros. Pero si decidimos adquirirlo de segunda mano, el precio desciende todavía más, colocándonos en un baremo que estará entre los 200 y 400-450 euros, dependiendo del tipo de vehículo, motor, y el estado en el que se encuentre, por supuesto.
¿Por qué os digo esto? Porque, este elemento tiene una cara A y una cara B. Es un componente muy robusto, por su construcción, materiales utilizados, tratamientos térmicos, pero a su vez es muy frágil. Tened en cuenta que hay modelos que sobrepasan las 150.000 rpm, llegando incluso a las 200.000 rpm. En estas condiciones, la temperatura a la que está sometido es muy elevada en la zona de la turbina (700-800º) por lo que la refrigeración y lubricación son esenciales, mientras que en la parte del compresor la temperatura llega a ser una cuarta parte.
Con lo expuesto arriba, tenemos que tener en cuenta que la mayoría de las averías se producen por fallos de lubricación, ya sea por exceso, defecto o mala calidad del aceite empleado. Otra causa que nos puede provocar averías es nuestra amiga la carbonilla, taponando el turbo y limitando su funcionamiento. A parte de estas causas, nuestro modo de conducir tiene un papel muy importante en el desarrollo de estas averías, como por ejemplo, si somos de esos que aún no hemos arrancado el motor y lo tenemos en frío, ya estamos dando caña al sistema.
Las averías más comunes que conlleva la rotura del turbo, por probabilidad:
Desgaste del carrete del turbo
Debido a que la velocidad y temperatura a la que se somete es muy elevada, el eje gira sobre unos casquillos herméticos que le permiten flotar sobre aceite a presión. No vamos a utilizar rodamientos, ya que no soportarían esa fuerza de trabajo.
Holgura en el eje
Cuando el eje se desequilibra a causa de los desgastes por rozamiento, puede quebrar los extremos de las palas de la turbina, haciendo que los fragmentos que genera lleguen a los cilindros, produciendo mayores averías. Este síntoma lo podemos detectar si escuchamos ruidos anormales.
Geometría variable agarrotada
Debido a un exceso de carbonilla, sobre todo en los motores diesel, podemos perder el control de la presión de soplado en nuestro motor. Nuestro coche se pondrá en modo de seguridad y tendremos el consiguiente aviso de fallo motor en el cuadro de relojes.
Fallo de la válvula de descarga «wastegate»
Si se perfora la membrana que acciona sistema de control de presión del turbo, la válvula podría abrirse, generando una presión de soplado irregular y por consiguiente, el motor pasaría a modo de emergencia, limitando sus prestaciones.
Fugas de presión
Cuando los manguitos y abrazaderas del turbo se aflojan o agrietan por el constante cambio de presión y contacto con el lubricante, además del paso del tiempo, se puede generar una pérdida de potencia, generándose silbidos con un tono más grave de lo normal cuando aceleramos.
Para reducir o evitar que se produzcan estas situaciones tan desagradables y la consiguiente factura astronómica por parte del taller, os vamos a dar unos consejos de uso y conservación.
Lo primordial para que el turbo nos dure largo tiempo, es tener cuidado en el momento arrancamos o apagamos el motor, quiero decir, si tenemos el motor recién arrancado y en frío, vamos a evitar darle acelerones, ya que el turbo no está debidamente lubricado. Hasta que no vaya cogiendo la temperatura óptima, tanto el motor como el aceite, no podremos apretarle, de lo contrario se cristalizaría el aceite, disminuyendo su capacidad de lubricación.
Tampoco es nada bueno aumentar las revoluciones con el coche en vacío o punto muerto, y mucho menos apagar el motor de golpe tras un largo viaje, si se han mantenido velocidades elevas, ya que el turbo va a sufrir un desgaste prematuro a causa de una mala refrigeración y lubricación. Debemos un mínimo de treinta segundos al ralentí para que la turbina pueda bajar progresivamente las revoluciones, y se mantenga la lubricación en ese proceso.
La famosa carbonilla es muy peligrosa tanto para el turbo como para otros componentes como la válvula EGR o el filtro antipartículas. Un buen truco es conducir de vez en cuando en marchas cortas y pisar fuerte el acelerador en las rampas, siempre que tengamos la temperatura del motor en condiciones (90º), para mantener limpio el sistema de admisión y escape.
Usar el aceite adecuado siguiendo las recomendaciones del fabricante, es muy importante para la vida útil del turbo compresor, y no vale la pena escatimar en la calidad del mismo. Tampoco hay que descuidar su nivel y estado, además, si no realizamos el cambio de aceite dentro del kilometraje marcado, de nada el tiempo que empleamos y la inversión que hacemos en los cambios.
No podemos olvidarnos tampoco, de otros elementos importantes que hay que sustituir, como son los filtros de aire y aceite. Cuando los sustituimos, en el caso que lo hagamos nosotros mismos, tenemos que fijarnos que no entre ningún fragmento del material o restos de suciedad o carbonilla en el turbo, no nos produzca una rotura de los álabes.
Ante cualquier síntoma de los mencionados más arriba, lo más recomendable es acudir a nuestro taller de confianza para que hagan una inspección y no nos encontremos con holguras o cualquier otro problema relativo al eje o casquillos del turbo que pueda acabar en rotura obligándonos así a reemplazarlo.
Esperemos que os haya gustado el artículo y lo hayáis encontrado interesante. Ya sabéis que ante cualquier duda o curiosidad no dudéis en preguntar a continuación 😉
Muy interesante! Me encantan vuestros artículos. Tengo un citroen c3 hdi90cv. El coche va perfectamente pero siempre tuve una duda. Al coche lo uso para ir al trabajo y en la carretera por la que voy, la máxima es de 100 km/h, por lo que pocas veces lo paso de esa velocidad. Mi pregunta es: ¿creéis vosotros que es una velocidad óptima para que no se acumule carbonilla? A esa velocidad va aproximadamente a unas 2100 revoluciones. Gracias!!!!
A mí me pasa lo mismo, hago mucha autovía a 120 y 2.200 rpm en 5 por que si pusiera la 6 bajaría demasiado. Yo lo que hago es siempre que arrancó al entrar a la autovía en apurar las tres primeras marchas hasta las 4.000 rpm. A fondo para limpiar la carbonilla y en pendientes pronunciadas lo llevo en marchas cortas a altas revoluciones o meterme en puertos de montaña donde no pasas de tercera velocidad y llevar el motor siempre arriba, con eso no infrinjes la ley y mantienes el coche libre de la maldita carbonilla, en mi caso hago 5.000 kms. Mensuales.
Yo esq rara vez lo he pasado de 2300 rpm y claro, no había pensado nunca en lo de la carbonilla. El coche, con 156.000 km que tiene, no ha visto el taller mas que para el mantenimiento de aceite, filtros y ruedas. No echa humo negro ni nada raro. Ayer hice lo que me recomendaron y en una cuesta con bastante pendiente le apreté en segunda unos segundos. La verdad que no noté mucho humo asiq eso debe ser buena señal.
Tu coche tiene caja de 6 vel. y digo yo, si en quinta a 120 va a 2200 rpm… la sexta sería solo para algún caso excepcional en el que fueses a 180, ¿no? Lo digo porque bajarían las rpm a 1300 o así
Buen articulo. Sebastian, he sido mecánico de citroen, y ante lo q describes, no debes tener ningún problema. Cómo bien dice en el artículo, el mayor enemigo del turbo, es hacerlo trabajar en frío y la CARBONILLA. Si has leido el articulo, y también lo he recomendado yo y lo aplico a mi coche, es q una vez al mes, con el motor caliente, con una marcha corta (2a), lo subas de revoluciones hasta la franja roja del tacometro y aguantes 5 segundos. Con ello aumentas la presión en el sistema y limpias la carbonilla del Egr y del turbo. Tambien es muy importante ponerle siempre el mismo aceite, y cambiarlo cuando toca. Un saludo.
Muchas gracias por la respuesta Carlos Torres. Aplicaré la recomendación de estirarle la segunda y mantenerla un poco cada tanto. Mi c3 es el xtr y tiene 156.000 km y de averías nada de nada. El mantenimiento se lo hago siempre que toca y vamos, ha salido buenísimo jajaja. Un saludo!!!
Llevo casi 200.000 km con mi c4 2.0 hdi 140cv, y ni un problema.
Joaquin Medialdea Calvo-Rubio
La carbonilla solo se crea x el consumo de aceite. Si no t gasta aceite , a corto plazo no tendras problemas de egr. Etc…
Saludos
Javier Garcia Garcia
Daniel Alayon
Buena información, pero creo que falta mencionar el fallo por falta de engrase, que es bastante más habitual que alguno de los nombrados y muy importante además, ya que si se monta otro turbo con este problema acabará igual.
Muy buenas yo tengo un A3 ASZ y la bomba tanden sus juntas las tuve que cambiar pues me perdía , las cambie yo con un kit que se vende pero alguna de ellas la puse mal así que mas o menos a los 60km andando a unas 2500rpm en una rampa me empezó a tirar humo y no tirar así que pare el motor , me lo lleve a casa y saque el aceite del cárter pues vi en la varilla que tenia demasiado , termine sacando casi 15 litros de aceite con gasoil , supongo que este fue el problema por el que se me estropeo el turbo claro . Le me ti aceite nuevo y cuando lo paso a 2000rpm se revoluciona como un loco . Que solución me podes dar .
Me pasa lo mismo tengo un skoda rs 170cv le conviene turbo al poco volvio a fallar canvio bomba de aceite y hoy vuelve a oler a gasoil
Buen artículo
Gracias!
Rio Paredes Jesus cuidado con los turbitos
Eso explicaselo a Pablo Pinel Navarro que no tiene cuidado
Lo único petao aquí es tu culo
Jajajajajajajjaja eso digo yo ten cuidado cn l japo que la tecnologia japo peta x todos lados ???
Jajajajajajjajaja y l tuyo t gustaria tenerlo bien petao???
Me ha encantado el articulo! Muy claro!
Comparto en mi página. Buen artículo.
Era un día muy caluroso mi padre y yo volviamos a casa y no precisamente lento y de repente el coche se queda sin fuerza y humo blanco…
échale un vistazo a esto Alberto Fontanils
hola,me ha gustado tus explicaciones,te cuento yo tengo bmw 320 d automatico del año 2006,el coche apenas marca las luces de cambios de aceite etc.lo he llevado siempre al tallerpara su seguimiento.llevo 188000km ,no le hago muchos km al año y siempre por carretera y bien cuidado,pues bueno alos 135000 km ya me dejo tirado y hubo que cambiar el turbo, bueno pues turbo nuevo 1400euros etc, yahora con 188000km vuelta con la misma cancion ,he elegido en el taller un turbo reconstruido y entrego el mio al cambio ,con 850euros etc.que opinas tu por favor ,saludos
Hola, no eres el primero que habla de averías en un BMW Serie 3 (320d) y menos en el turbo. Yo tuve un Touring y me deshice de él tras dos turbos cambiados. Este problema no es cosa de la conducción ni de la lubricación, es cosa de la calidad de algunos componentes de este modelo.
Sin duda alguna el turbo reconstruido es una excelente opción para no pagar en exceso por las reparaciones.
no….lo suyo no es un turbo reconstruido… es moverse y mirar en los talleres, hay muchos que unicamente se dedican a la reparación de ciertos elementos, el turbo al ser una pieza muy bien cotizada… existen talleres que se encargan de repararlos, en lugar de comprar uno rectificado, el turbo es una pieza muy especial y de un precio muy menospreciado para su importancia y complicación de fabricación… lo digo por experiencia, soy mecanico y se de que hablo.
Pablo Pinel Navarro
Eso aplicatelo tu tmb y diselo tmb xa l futuro a Alberto Rojas Rodriguez.
Muy buen artículo.
Os repetís más que el ajo.
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