El UAZ Patriot ha comenzado nuevamente su producción en serie en suelo ruso tras varias semanas sin poder hacerlo debido a la falta de componentes. Desde este momento se podrán comprar las variantes «anti-sanciones» como ha ocurrido con los Granta de Lada.
La mayor particularidad del nuevo UAZ Patriot está en la drástica reducción del equipamiento que además sacrifica la seguridad, dejando fuera de la dotación elementos como el control de estabilidad (no era de serie en el base pero ya no se ofrece en ninguno), el sistema de frenos ABS o los airbags frontales (ni hablar de los laterales o de cortina).
De momento el motor se mantiene como siempre, apostando por el bloque de gasolina de 2,7 litros que desarrolla 149 CV de potencia y se combina con una caja de cambios manual de cinco velocidades y el sistema de tracción total a las cuatro ruedas. Este bloque cumple la Euro 5 pero si hubiera problemas de suministros se podría volver al anterior bloque Euro 2 de 2,4 litros.
Según ha informado la empresa los precios de momento de las versiones anti-sanciones serán los mismos, comenzando en los 1,5 millones de rublos (23.063 €). Los usuarios podrán recibir como compensación por la eliminación del equipamiento hasta 20.000 rublos (307 €) que parece una cifra muy baja dada la importancia de los elementos perdidos.