Su característica forma cuadrada y su diseño interior son los puntos fuertes de este concept car de Citroën llamado Tubik.
No se trata de un coche bello por sus formas pero es su utilidad la que gobierna su diseño, pues se ideó con la finalidad de ser el coche de transporte ejecutivo y a la vez conseguir que sus viajes sean pura diversión. Basado en el famoso Citroën tipo H o van “TINA”, pero con todos los avances del momento.
El Tubik tiene nada más y nada menos que 9 plazas, vamos que un poco más y se convierte en un microbus donde puede viajar una familia muy extensa o un grupo de amigos con montones de equipaje. Su estilo desconcierta por dentro y por fuera pues es algo poco convencional, vamos que no vemos algo así todos los días.
Los asientos no están distribuidos de la manera tradicional sino que pueden cambiarse al antojo del pasajero pudiendolos poner semi-reclinados, de cara a cara, utilizarlo como una mesa o mil formas más. Además cuenta con una pantalla semicircular de alta definición y sonido envolvente por si queremos ver el último estreno.
Pero aún hay más, es grande (4.80m de largo, 2.08 de ancho y 2.05 de alto) pero a la vez ecológico pues cuenta con la tecnología Hybrid4 que monta dos motores (eléctrico y de combustión diésel) que permite un consumo mínimo de combustible y consigue unas emisiones de CO2 realmente bajas para una berlina.
Sacado directamente de una peli futurista, el Tubik arranca su sistema cuando su conductor se identifica con su huella dactilar. Un punto a favor para evitar los robos, pero ¿qué pasaría si lo tiene que coger otro miembro de la familia o un amigo? Y por último y pensando en una mayor seguridad al volante, este Citroën cuenta con cámaras para visionar la parte trasera del vehículo.
Eso, muy futurista, muy versátil, pero los pasajeros seguro que tienen la sensación de estar encarcelados, que (como siempre) los franceses piensan en todo menos en lo lógico a la hora de diseñar coches…