Inmediatamente cuando pensamos en AMG se nos viene a la cabeza la división de alto rendimiento de Mercedes-Benz con los modelos más radicales y potentes de la gama. Aunque muy pocos saben hoy en día que AMG no solo ha estado al servicio de la compañía de la estrella, sino que en 1989 ayudó a desarrollar junto con Mitsubishi una variante de su berlina denominada ‘Galant‘.
Fue el mismo año en el que Mercedes-Benz volvió de forma oficial a la competición, y lo hizo de la mano de AMG para beber de su experiencia y máximo rendimiento. Solo un año después, en 1999 AMG pasaría a integrarse dentro de la misma marca de Mercedes, lo que no impidió que Mitsubishi acudiera en su ayuda para traer al mundo a una berlina muy especial.
El Mitsubishi Galant era una berlina que contó con un total de 9 generaciones, desde su inicio de fabricación en 1969 hasta que esta cesó hace relativamente poco, en el 2012. En este caso hablamos del modelo perteneciente a la séptima generación y que recibió la preparación y modificación de AMG para actualizar algunos elementos o componentes mecánicos. Esta edición recibió el nombre de «Mitsubishi Galant Tuned By AMG» y solo se fabricaron 500 unidades, lo que añadía un plus de exclusividad al modelo.
Bajo el capó equipaba un motor atmosférico 4G63 de 2.0 litros desarrollado por Mitsubishi con la ayuda y amplia experiencia de AMG, lo que conseguía un total de 170 caballos de potencia a 6.750 rpm y 191 Nm a 5.000 rpm. Junto a este podíamos añadir una caja de cambios manual de cinco velocidades o una automática. En su exterior también se apreciaba un kit aerodinámico y estético que lo diferenciaba de la versión estándar, así como un juego de llantas de aleación, distintos emblemas de AMG y unos paragolpes más deportivos.
En el interior también encontramos referencias claras a AMG, gracias a unos asientos deportivos de cuero, diferentes molduras a lo largo del salpicadero o un volante de cuatro radios con el logotipo de AMG. Una combinación de deportividad y elegancia que le sentaba muy bien al habitáculo del Galant. Además incluía desde elevalunas eléctricos, climatizador con control digital o hasta un reproductor de CD.
Una berlina de 4,56 metros que registraba una cifra de aceleración de 0-100 km/h en 8,5 segundos, con todo tipo de mejoras como unos frenos del VR-4, una suspensión más firme y una dirección ajustada para obtener la mayor precisión al volante.