Una de las novedades presentadas en el Salón del Automóvil de Tokio fue un ingenio desarrollado sobre un Toyota Prius y denominado AVOS (Automatic Vehicle Operation System o Sistema de Operación Automática del Vehículo). Se trata de un sistema que permite al coche conducirse solo, con total autonomía y con órdenes enviadas desde un teléfono móvil inteligente (smartphone).
El invento nos hace recordar al añorado KITT, pero además no deja de ser cierto, pues en lugar de pedir que acuda al rescate desde el reloj, se hace desde el teléfono. Usando una aplicación desde un smartphone (para la prueba usaron un Samsung Galaxy S), el vehículo se ubica y se puede establecer el lugar a donde ir o, incluso, llamarlo para vaya hacia la posición del móvil.
En la película ‘El mañana nunca muere’ de la saga ‘James Bond’, 007 conducía un BMW 750Li desde el asiento trasero con una especie de teléfono móvil, pero ésto no se corresponde con la aplicación para el Prius, pues el coche es totalmente autopilotado. Para conseguirlo, lleva instalada una cámara capaz de leer las líneas de la calzada, cuatro sensores láser para evitar cualquier obstáculo y dos chips GPS consiguiendo un margen de precisión de un centímetro.
Este sistema, desarrollado por Toyota y Susumu Umemura, es, evidentemente, experimental; pero no deja de ser una manera de marcar tendencia para el futuro de la automoción.
Fuente: Auto Express