Hace solo unos días la Unión Europea llegó a un nuevo acuerdo para combatir las emisiones de CO2. A corto plazo, para el 2025 planean reducir en un 15% las emisiones de dióxido de carbono de coches y furgonetas nuevos, y así en el 2030 alcanzar una reducción del 37,5% en automóviles y un 31% en furgonetas. Sin embargo, hasta el día de hoy nadie había hablado acerca de las emisiones de los camiones, pero ahora parece que hay un principio de acuerdo.
Al parecer, todos los estados miembros de la UE habrían alcanzado un acuerdo el pasado jueves que afectaría a los vehículos pesados (camiones y autobuses). Esta reducción de las emisiones de CO2 sería de un 15% para el año 2025 y un 30% para el 2030, teniendo como referencia los niveles obtenidos a lo largo del 2019. Una medida que no ha gustado en el sector del transporte y que ya han calificado de demasiado ambiciosa. Esta decisión traerá mucha polémica.
Este nuevo acuerdo sería muy similar al alcanzado por la Comisión Europea durante el pasado mes de mayo, pero no tan ambicioso como el que había sido pactado en noviembre por el Parlamento Europeo. Ahora es el momento de iniciar las negociaciones entre la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo, pero el paso que se ha dado ya es muy importante, ya que es la primera vez que se establece una reducción de emisiones para los camiones.
Países como Alemania marcaron unos limites del 15% para el 2025 y del 30% para el 2030, mientras que en los Países Bajos aceptaban una reducción más drástica, pese a ser el segundo mayor fabricante de vehículos pesados de la UE. Los eurodiputados apostaron en un primer momento por un recorte de hasta el 35% para el 2030, mientras que para el 2025 sería del 20%. Una vez más la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) se muestra en contra, y ya ha calificado este acuerdo como «un desafío» y «totalmente surrealista«.