La crisis sanitaria provocada por la COVID-19 está lastrando las cuentas de resultados de casi todos los negocios, automoción incluida. Sin ir más lejos SEAT ha anunciado que durante el pasado mes de mayo sus matriculaciones mundiales registraron un importante descenso del 65% respecto al mismo mes del año anterior.
Si en el quinto mes del año 2019 la firma española podía presumir de haber comercializado 54.400 unidades, en este 2020 la cifra ha caído hasta unos discretos 19.100 vehículos. Además del cierre de las plantas de producción, este paro tiene que ver con la falta de unidades en algunos países, y el cierre de los concesionarios.
En el acumulado del año la situación es algo mejor aunque en ningún caso se puede hablar de datos buenos. Con un descenso del 38%, las ventas de SEAT entre enero y mayo han alcanzado las 159.300 unidades. Los modelos con mayores ventas han sido los León y Arona aunque Ateca e Ibiza han tenido un comportamiento muy razonable dada la situación.
En este contexto tan negativo hay que señalar la excelente marcha que lleva el pequeño Mii Electric. En estos primeros meses a la venta su demanda ha sido superior a la oferta disponible, y en países como Noruega, Dinamarca, Alemania y Reino Unido se han agotado las unidades destinadas para todo el año. Esto ha provocado que no haya podido ofrecerse en otros países como Portugal o Italia.