El Volkswagen Golf en un inicio era uno de esos coches dirigido a las necesidades de un público joven que buscaban una forma de transporte barato, fiable y sobre todo práctico. No necesitaba cantidades enormes de potencia ni una conducción deportiva radical, solo que funcionara bien y nunca te dejara tirado. Aún así, gracias a su peso ligero y su buen chasis se ha usado en gran cantidad de competiciones obteniendo siempre muy buenos resultados, y es que el Golf es un coche capaz de todo.
Eso mismo es lo que nos ha demostrado en este vídeo el piloto Daniel Wittwer, que al volante de un Volkswagen Golf de la primera generación ha sido capaz de quemar rueda a velocidades nunca antes vistas en un Mk1. En su ascenso por una carretera de montaña se puede ver su destreza al volante y tomando la curvas, en las que muchas veces el coche queda solo sobre dos ruedas. Este Golf tan especial esconde bajo el capó un motor de 2.0 litros atmosférico, además de incorporar en el exterior una serie de mejoras como unos pasos de rueda más anchos, neumáticos de gran adherencia y un interior que ha sido transformado para la competición.
Fuente: Roadantrack
Alberto Hdez Hdez el del forza va como este jajaj