Como ya os lo hemos comentado en alguna ocasión, el Land Rover Defender está al borde de la desaparición. Las estrictas normativas anticontaminación así como las normativas en materia de seguridad están acabando lentamente con un modelo al que la marca británica pondrá un punto y final tras una larga vida de éxitos –o al menos con el aspecto actual-.
La exclusiva arquitectura del Defender se ofrece con tres batallas o distancia entre ejes distintas en las versiones estándar o de gran rendimiento (con mayor capacidad de carga incluso). La cadena de producción ofrece un total de 14 carrocerías diferentes, desde los Pick-Up y los modelos con techo flexible a los Crew Cab y Station Wagon. Además, el equipo del Departamento de Vehículos Especiales de Land Rover ofrece una gama de productos que abarca desde carrocerías con laterales abatibles o tipo caja hasta diseños personalizados y fabricación de adaptaciones.
Bajo el capó nos encontramos un motor diésel de 2.2 litros, acorde a las normas EU5, que sustituyó al 2.4 litros diésel (EU4) en 2012, sin menoscabo alguno sobre las cifras de potencia, par y consumo del motor anterior aunque sí, mejorando el refinamiento de la conducción.
El motor 2.2 litros diésel rinde 122 CV de potencia a 3.500 rpm y tiene un par de 360 Nm a 2.000 rpm, permitiéndole acelerar de 0 a 100km/h en 15,8 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 145 km/h. Las emisiones de CO2 en ciclo combinado son de 266 g/km para el Defender 90 y de 295 g/km para los 110 y 130.
Asociado a este motor nos topamos con una caja de cambios GFT MT 82 de seis velocidades que ofrece un interesante rango de relaciones, las largas para mantener velocidades de crucero bajas en carretera y las cortas para mejorar la motricidad fuera del asfalto, en las zonas de más difícil acceso.
Sin lugar a dudas uno de los dos todoterrenos más puros del mercado del que ahora nos ofrecen un vídeo que nos enseña cómo se fabrican.