No es la primera vez que los chicos de Carwow enfrentan a un monoplaza de Fórmula 1 contra un vehículo de producción. En su día pusieron al Bugatti Chiron a plantarle cara al automóvil de competición, y hoy es el turno de un coche tan poderoso como el Porsche 911 Turbo S y una moto tan salvaje como la BMW M 1000 RR.
No te vamos a hacer spoiler de ninguna de las carreras de aceleración, vamos a ver si adivinas los resultados. Empezaremos hablando del vehículo de dos ruedas presente en la batalla, la BMW M 1000 RR, una moto dirigida a clientes con las exigencias más altas de rendimiento, exclusividad e individualidad. Cumple con las principales expectativas en el segmento superior de las superbikes.
El corazoncito de la nueva M RR emplea un motor de cuatro cilindros en línea, refrigerado por agua y con tecnología BMW ShiftCam para la variación de la sincronización de las válvulas y la carrera de las válvulas en la admisión, que ha sido modificada integralmente. Alcanza su potencia máxima de 212 CV (156 kW) a 14.500 rpm. El par máximo de 113 Nm se entrega a 11.000 rpm.
Lo segundo más «normal» que tenemos hoy es el Porsche 911 Turbo S, que cuenta con un nuevo motor bóxer de 3.8 litros con dos turbocompresores VTG de geometría variable. Desarrolla una potencia de 650 CV (478 kW). El par máximo es de 800 Nm. Con la transmisión PDK de doble embrague y ocho velocidades, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 2,7 segundos.
¿Es un Fórmula 1 rival para los dos vehículos?
Los monoplazas de Fórmula 1 son máquinas a gasolina diseñadas sin otro propósito que romper las leyes de la física, algo similar a los dos contrincantes a los que se enfrenta en esta carrera de aceleración. Sin embargo, ¿pueden realmente la moto bávara y el deportivo de Stuttgart con un F1? Pues vamos a comprobarlo, y ojo, porque igual hay sorpresas.
Pensemos que estos vehículos de competición están diseñados para dar vueltas en circuitos, no para ganar carreras de velocidad. Con todo y con eso, es innegable que son vehículos extremadamente rápidos en línea recta, aunque sean algo antiguas, como el Red Bull RB7 ganador del Campeonato en 2011.
En sus entrañas equipa un bloque V8 de 2.4 litros que genera algo más de 750 CV. La potencia se transmite al eje trasero y, sobre la báscula, declara solo 650 kilogramos ¿Te animas a apostar?
Fuente: Carwow