En los últimos meses hemos visto interesantes carreras de aceleración en la que se enfrentaban vehículos de todo tipo, desde eléctricos hasta furgonetas o pick ups, pero es difícil encontrarnos con alguna drag race que ponga a prueba las capacidades de uno de los deportivos americanos por excelencia frente a nuestros protagonistas alemanes más habituales.
El Ford Mustang Shelby GT500 y el BMW M8 Competition 2020 podrían llegar a verse bastante similares, pero en realidad son mundos aparte, con compradores muy distintos. El muscle car estadounidense es más potente y ligero; aunque es cierto que las carreras de resistencia no se tratan solo de potencia y peso. Hay otras cosas que considerar, como la tracción.
El nuevo Ford Mustang Shelby GT500 cuenta con un motor V8 de 5.2 litros sobrealimentado que se combina con una transmisión automática de doble embrague de siete velocidades. La potencia es de 760 CV (566 kW) y 847 Nm de par y se transmite al eje trasero, lo que le permite recorrer el cuarto de milla -400 metros- en menos de 11 segundos.
El BMW M8 Competition Coupé incorpora la última versión del motor V8 M de 4.400 cc con tecnología TwinPower Turbo y 625 CV (441 kW) entre las 5.600 y las 6.700 rpm. Ofrece tracción total con configuración al eje trasero y sus cifras asustan, pues es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 3,1 segundos y un 0 a 200 km en menos de 11 segundos.