Por desgracia, la edad de oro de los automóviles japoneses de alto rendimiento hace unos cuantos años que pasó. Antes podíamos encontrar modelos pensados únicamente para los fanáticos y entusiastas del JDM a una amplia variedad de precios, pero ahora tenemos que conformarnos con algunas opciones muy concretas.
Por suerte, todavía hay algunas máquinas muy potentes procedentes de los fabricantes de automóviles del país oriental. Ya sabéis que nuestros compañeros de Top Gear acostumbran a traernos carreras de aceleración de lo más suculento y, en su última entrega, no iban a ser menos, enfrentando a dos modelos nipones muy diferentes entre sí.
A un lado tenemos al nuevo Honda NSX, equipado con una mecánica híbrida que desarrolla 581 CV de potencia gracias al empleo de un bloque de gasolina con seis cilindros y tres motores eléctricos. El resultado es, sencillamente, espectacular. La tracción es total a las cuatro ruedas y utiliza una caja de doble embrague con nueve velocidades, dejando la más alta para circular de forma desahogada reduciendo el gasto.
Por otra parte, vemos un Nissan GT-R equipado con un bloque V6 de doble turbo y 3.8 litros que genera 570 CV (421 kW) y 633 Nm de par, los cuales envía a las cuatro ruedas a través de una transmisión de doble embrague con seis velocidades. Descompensado, ¿verdad? Tranquilos, este no es uno un GT-R cualquiera, sino uno puesto a punto por Litchfield que desarrolla 666 CV y 814 Nm, así que ¡Que de comienzo la batalla!