A estas alturas de la «película» seguramente ya sepas quien es Craig Lieberman, el director técnico de las dos primeras películas de Fast and Furious, que acostumbra a traernos curiosos vídeos de cómo se rodaron diversas escenas de algunas de las mejores entregas de la franquicia.
Lo que probablemente no sabías es que Lieberman también era el director ejecutivo de la Asociación Nacional de Carreras de Importación (NIRA), una serie profesional a nivel nacional de carreras de aceleración exclusiva para preparadores, por lo que solía participar en múltiples eventos y concentraciones.
En marzo del año 2000, Craig Lieberman estaba en uno de estos eventos para especialistas del mercado de accesorios del automóvil con su Toyota Supra MKIV amarillo. Nuestro protagonista habla de un mal día en el que no esperaba que una conversación entre él y un tal David Marder cambiaría su vida y, en consecuencia, toda la franquicia Fast and Furious.
Por su trabajo, Lieberman tenía un amplio conocimiento del panorama del tuning en aquella época, de ahí que fuese el responsable de elegir los automóviles que salieron en los dos primeros films de la saga. Y menos mal, porque antes de su llegada los vehículos que se habían elegido para las películas nos habrían dejado bastante indiferentes…
Para que os hagáis una idea, uno de los modelos más interesantes era el que se había asignado a Dom, y era un Buick Regal V6 de tracción delantera. Desde luego, nada que ver con el Dodge Charger del ’69 que, si bien utilizaba sonidos de motor falsos, tenía un aspecto inolvidable gracias al supercargador masivo que sobresalía del capó.
Pero el Charger no fue el único automóvil que se sustituyó. Se suponía que el coche original de Brian O’Conner (Paul Walker) era un Supra, en lugar de un Mitsubishi Eclipse, mientras que el coche de Jesse era un Volkswagen Beetle en lugar de un Jetta. Además, el Ferrari con el que Brian y Dom corren en la Pacific Coast Highway iba a ser un Lamborghini Diablo rojo.
Esto es lo que nos cuenta Lieberman en el vídeo, además de otros cambios en la trama. Por ejemplo, en el robo del camión inicialmente se mostraba que el conductor había sido abatido a tiros, pero los productores no querían retratar a los corredores de carreras callejeras como asesinos, por lo que cambiaron a dardos tranquilizantes.
También se suponía que Letty Ortiz (Michelle Rodríguez) iba a ser el amor de Brian, pero por suerte eso se cambió desde el principio. Otras historias pasan por la relevancia que cobró el óxido nitroso, así como muchos otros secretos que apuesto a que desconocías.