Hemos visto Beetles de todos los tipos y colores, algunos con más estilo y otros con menos pero muy pocos como este de 1964 sacado del cuartel general de Hoonigan. Puede que nunca hayas oído hablar de ellos pero son los responsables de auténticas bestias, que han tenido al mando pilotos tan reconocidos como el mismísimo Ken Block, el cual además es su co-fundador. Ahora han optado por modificar este clásico para divertirse un poco, y con el objetivo principal de conseguir algún «wheelie» o caballito gracias a su motor de más de 1.000 caballos de potencia.
Con un peso de poco más de 500 kilos es la máquina perfecta para llevar a cabo este tipo de maniobras, y al volante encontraremos a Joel Mohr de ‘Quik’n Dirty’, todo un campeón de los wheelies. Pero… ¿Qué han tenido que hacer para crear semejante monstruo? En primer lugar aligerar el peso al máximo, lo cual han conseguido reduciendo los elementos de su interior al mínimo y utilizando materiales ultraligeros como el magnesio. Con una relación de compresión 13:1 y una dieta estricta de de peso han conseguido crear todo un monstruo capaz de sostenerse sobre las cuatro ruedas.
Fuente: Roadantrack