Una de las principales razones por las que el coche eléctrico no termina de despegar es por la falta de infraestructuras de recarga. Sin embargo, todo sería mucho más cómodo si pudiéramos compartir un punto de carga entre los vecinos del garaje, o si al llegar al aparcamiento del supermercado no tuviésemos que esperar a que el punto de carga se quedase libre.
Para este tipo de situaciones engorrosas, Volkswagen Group Components nos muestra hoy el primer prototipo operativo del robot de carga que conocimos hace un año. Una vez se inicia a través de la aplicación la comunicación V2X, el robot móvil se dirige de forma autónoma al vehículo que necesita carga y se comunica con él para recargarlo.
El robot es capaz de llevar a cabo múltiples funciones con autonomía, desde abrir la tapa del enchufe de carga hasta conectar dicho enchufe al vehículo. Todo el proceso de carga tiene lugar sin interacción humana. Eso sí, no es el propio robot el que carga el vehículo, sino que este transporta un dispositivo móvil de almacenamiento de energía hasta el vehículo y lo conecta.
Posteriormente, se dirige a otros vehículos para ponerlo a cargar mediante el mismo procedimiento. Una vez que se completa el servicio de carga, el robot recoge el dispositivo de almacenamiento de energía y lo devuelve a la estación de carga, evitando con ello la necesidad de disponer de infraestructuras de carga complejas en el aparcamiento.
Dependiendo del tamaño del área de estacionamiento, se pueden emplear varios robots de carga simultáneamente.
Si bien por ahora es un prototipo, lo cierto es que este robot está listo para entrar en producción, al igual que los dispositivos de almacenamiento de energía. Según los datos previos facilitados por Volkswagen, cuando están completamente cargados, ofrecen hasta 25 kWh cada uno, con una capacidad de carga en CC de hasta 50 kW.