En una de las escenas más emblemáticas de la película ‘Parque Jurásico‘ John Hammond explicaba con detalle cómo conseguir el ADN de los dinosaurios extintos para traerlos de vuelta a la vida. Pero además de los dinosaurios existen otras ‘criaturas’ con un ADN imperturbable con el paso de los años, como el Mercedes-Benz Clase G. Por eso, el fabricante alemán aprovechó el pasado Salón de Detroit 2018 y la presentación del nuevo Clase G para dejar a su público perplejo con el «The Amber Cube» o «Cubo de Ámbar«.
En su interior encontramos un 280 GE de 1979, toda una joya que refleja los inicios del actual Clase G. Para construir esta escultura fueron necesarios un total de 90 días de trabajo que dieron como resultado un cubo de 5,5 metros de largo, 2,55 metros de ancho y 3,1 metros de alto. Pero para más inri, este enorme cubo tuvo que ser transportado desde Hamburgo hasta Detroit con un especial cuidado en su complejo transporte. Pesa más de 40 toneladas y está compuesto de resina sintética.
Ahora Mercedes-Benz ha lanzado este vídeo donde podemos ver el proceso completo desde su construcción hasta el debut en el Salón de Detroit. Quién sabe si en unos cuantos millones de años alguien descubrirá esta escultura y pueda observarla con la misma incredulidad que Hammond cuando encontró el dichoso mosquito en Jurassic Park.
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